El Depor no tiene suerte. La pelea de ‘gallitos’ en esta bendita ciudad da para escribir un libro. No es de ahora, viene de mucho antes. La entidad es noticia porque los resultados deportivos son para llorar y, aunque aún hay tiempo para que el proyecto se salve, la verdad es que muy pocos confían en una plantilla que Richard Barral considera de ‘otra’ categoría, pero que la cruda realidad la pone en su sitio. Ahora mismo fuera de los puestos que permiten luchar por el ascenso, lo que es una auténtica locura si tenemos en cuenta que el Depor es el club con más presupuesto del fútbol de bronce.
Pero todo es un lío. Juan Carlos Escotet anunció el miércoles que iba a meter mano en el Deportivo ya que si antes lo veía “escarallado” ahora considera que su situación actual es “precaria”. Y se armó. Ayer las especulaciones corrieron como un reguero de pólvora, incluso se dijo que el propio presidente de Abanca iba a tener una reunión urgente con los miembros del Consejo de Administración del club. Pero nada de nada, lo que ya se sabía, y que lo que sí se va a hacer es profesionalizar la entidad.
Fernando Vidal y los suyos han aprendido una cosa más en su gestión, que los ‘misiles’ que se disparan contra el club llegan de todas las direcciones y de aquellos que deberían arrimar el hombro por haber sido parte de la historia del Deportivo. En cualquier caso, la valentía se demuestra andando y veremos cómo queda todo este episodio en donde la autocrítica siempre ha brillado por su ausencia. Tiempo al tiempo.
