El derbi vigués entre el Celta B y el Coruxo respondió a la expectación creada en los días previos, con dos equipos que llegaban en una dinámica positiva de resultados, y que necesitaban los tres puntos en juego para mantener intactos sus objetivos en la competición. Fue un derbi totalmente distinto a lo que es habitual en ellos, con momentos de muy buen fútbol, goles, buenos goles, polémica y con mucha intensidad.

A pesar de que todo el juego se desarrollaba en el centro del campo, el Coruxo aprovechaba la más mínima ocasión para lanzarse al ataque, dejando claro que no llegaba a Barreiro con la intención de defender la igualada inicial. Primero fue Manu Justo, con un disparo que sale fuera por muy poco, y después la tuvo Santi Samanes, obligando a Iván Villar a atrapar el balón en dos tiempos.

El partido no daba tregua, y dos minutos más tarde el Coruxo saca una falta desde el vértice izquierdo de su ataque, el balón sale rebotado y Pitu conecta un potente disparo desde la frontal que dobla las manos del guardameta céltico.

No se vino abajo el filial, y cinco minutos más tarde lograba la igualada en una buena jugada por la banda izquierda de su ataque, con un pase de Iban Salvador que habilita a Apeh en banda, quien mete el balón al centro del área pequeña y allí Bermejo no tiene más que empujar el balón al fondo de las mallas. 

El partido seguía de lo más intenso, y mediado el periodo los jugadores del Coruxo reclaman un agarrón sobre Pitu dentro del área, ordenando el colegiado del encuentro continuar el juego. Las jugadas pasaban del un área a la otra con suma facilidad, y a la media hora Pastrana mete un balón al área y Apeh no llega a rematar por muy poco. El Coruxo se resistía a llegar al descanso con la igualada en el marcador, y a trece minutos para el descanso, Mateo logra un gran tanto al disparar con potencia un balón al segundo palo de Jacobo Trigo tras un saque de esquina.

El partido no bajaba de intensidad, y en el minuto 63 llegaba el tanto de la igualada para el Celta B, con un potente disparo de Iban Salvador desde fuera del área, que se cuela por toda la escuadra. Faltaba algo menos de media hora, y todo podía pasar sobre el terreno de juego de Barreiro. El partido estaba totalmente roto y quedó en 2-2.