Noche negra de un BC que añora a Monaghan
lll
17º-23º

Noche negra de un BC que añora a Monaghan

Noche negra de un BC que añora a Monaghan
Ogbueze, con 16 puntos, fue el máximo anotador del cuadro naranja | quintana

Usuario

Arrancaron bien los de Gustavo Aranzana. Pacientes en ataque, asegurando el rebote en su aro (no concedió ninguno en los diez minutos iniciales) y con un Louissant muy enchufado. Mientras, los ‘hombres de negro’ tiraban de un par de rescursos: triples y bloqueo y contiinuación.

El cuarto marchó nivelado hasta que Bulic entró en pista por un Stephens al que se le nota que está lejos de su mejor condición física. El bosnio, jugando de fuera a dentro, anotó dos canastas seguidas que mandaron el partido al primer parón con 17-12.

Sin embargo, el acierto local en el tiro (7 de 11) desapareció en el segundo acto, que comenzó con intercambio de triples: dos por equipo. También cambió otro aspecto: el Bilbao empezó a rebotear en ataque y a sacar puntos de cada captura. Especialmente Cruz, principal beneficiario de los problemas físicos de Stephens y artífice del 0-9 que volteó la tortilla (22-27). El Coruña se entregó a la fortaleza interior de Uchendu, pero sus canastas no bastaron para llegar al descanso abajo (26-30).

Un marcador que reflejó la espesura sobre el parquet y que no despejó el paso por vestuarios, porque el inicio de la segunda mitad fue fría como el hielo. Una sensación gélida que rompió Brown con seis puntos consecutivos. Aunque el Coruña no perdía el rebufo, la zanahoria no se acercaba.  Y Lammers la alejó un poco más (40-49), dejando en nada la explosión de Ogbueze.

Tiempo decisivo
El nigeriano firmó, entre el final del tercero y el arranque del cuarto, 11 tantos seguidos para, ahora sí, oler la zanahoria (48-49). Pero Alex Mumbrú paró el partido... y la subida de la ‘marea naranja’.

Un parcial de 0-7 desde el tiempo muerto solicitado por el ex internacional español acrecentó la sensación de quiero y no puedo de los locales. Una sensación de estar a 15 puntos de distancia cuando el marcador reflejaba tan solo media docena.

La docena no tardó en llegar, gracias a un triple del incombustible Salgado (52-64). La sentencia de un partido que ya parecía finiquitado unos minutos antes por la impotencia de un Coruña diezmado.

Noche negra de un BC que añora a Monaghan

Te puede interesar