¿Qué sucedería si se interrumpiese, como sucederá desde ya en las competiciones autonómicas, la Tercera División? ¿Qué pasaría si no se pudiese jugar ningún partido más esta temporada? Probablemente entrarían en acción los coeficientes de puntos por partido de los equipos para establecer su clasificación porque, después de que el pasado domingo se celebrase la segunda jornada, hay varios conjuntos con encuentros pendientes de disputar.
Sin ir más lejos, en el grupo norte, el segundo clasificado, que es el Bergantiños, tiene dos partidos pendientes y, además, uno es todavía de la primera vuelta. El Bergan-Somozas de la jornada 11 no se pudo disputar en su día por un caso de coronavirus en el conjunto visitante y se marcó la fecha del 3 de enero para su disputa, pero el positivo del entrenador José Luis Lemos impidió que se disputase el primer domingo de este año 2020. Para una semana después, el 10 de enero, tenía previsto disputar el Bergan el primer encuentro de la segunda vuelta pero tres positivos en la plantilla del Paiosaco también impidió que se disputase ese duelo.
Si la Federación decidiese dar por finalizada la primera fase –una de las normas es que para poder hacerlo se tendría que haber jugado el 50% de la liga y todos los equipos han disputado, como mínimo, once partidos de las 22 jornadas–, las clasificaciones no quedarían tal y como están.
Volviendo al ejemplo del Bergantiños, que actualmente ocupa la segunda posición con un partido menos que el Somozas, teniendo en cuenta el coeficiente de puntos por partido sería el primer clasificado de los dos grupos de la Tercera con 2,18 puntos por partido y el Somozas el segundo con 2,16 por delante de Arenteiro y Arosa (2,09).
Siguiendo esta norma, Estudiantil, Paiosaco, Pontellas, As Pontes, Fisterra, Estradense, UD Ourense y Rápido serían los ocho últimos.
