El presidente de la Federación de Peñas del Deportivo, Luis Martínez, se muestra muy duro con el actual Consejo de Administración del Deportivo, al que pide que se aparte, como primer paso para cambiar la dinámica actual.
Asimismo, considera que los máximos accionistas del club tienen que dar un paso al frente para modificar esta situación o serán cómplices de lo que le pase al club.
¿Cómo están los ánimos entre las peñas?
La gente esta superdesilusionada. Esto se va al garete y no hay nadie que diga nada. El Consejo está ausente y, en la situación en la que estamos, que nadie dé la cara es bastante lamentable. No le vemos con capacidad para sacar esto adelante.
¿Cuál es para vosotros la clave para que la situación cambie?
La única solución es que el Consejo del Deportivo dimita, que esto siga adelante y que haya una revolución en el mercado de invierno.
¿Por qué el cese de la directiva es la solución?
Porque esta situación es algo que se veía venir, no desde el principio, pero casi. Las decisiones han sido nefastas, la planificación deportiva fue lamentable, sino no hablaríamos de esto y de años anteriores. Cuando las cosas empiezan mal terminan mal. Hay muy pocas soluciones, pero el deportivismo pide que este Consejo se aparte a un lado, no hay más. Desde que entraron, las decisiones desde el primer día fueron pocas y malas, si no se van estamos condenados a Segunda B.
Hay que mirar más allá del banquillo, a quién dirige el club y configuró la plantilla
Hay Junta la semana que viene, ¿qué pensáis que puede ocurrir?
Los máximos accionistas van a ser responsables si delegan sus acciones (en el Consejo). Ya con el anterior las cosas no funcionaron y creo que los grandes accionistas tienen que darse cuenta de que es necesario un cambio. Lo que necesitamos es mantener la unión entre todos, hay mucho desánimo y la única solución que vemos desde las peñas es que haya una pequeña revolución en el mercado invernal, acertar y que se aparte el Consejo. Durante meses el nadie ha dado la cara, ya no para dar explicaciones, sino para plantear soluciones a los problemas.
¿Sois optimistas u os da miedo lo que puede pasar si no hay cambios tras la Asamblea?
La gente está cabreada, pero son los grandes accionistas los que se tienen que posicionar, que se siente todo el mundo y buscar una candidatura de consenso, a corto plazo y a final de temporada a ver qué pasa. No podemos seguir así y dejar que este barco se hunda. No hacer nada no es la solución. Se ha intentado cambiar todo y lo que hay que cambiar es evidente. Pero si siguen (los grandes accionistas) con la idea de los últimos años van a ser cómplices del descenso de la entidad. Aunque el accionariado está repartido, sobre 15-20 personas controlan el devenir del club. Ellos han delegado la confianza en alguien que no da con la tecla y tienen que darse cuenta de que tal y como está la situación tienen que dar un paso adelante, no entenderíamos otra cosa.
¿Habéis mantenido alguna reunión con el Consejo en los últimos tiempos?
No mantuvimos ninguna conversación con el Consejo desde la reunión mantenida tras la Asamblea Extraordinaria de las peñas en la que acordamos pedir su cese. Desde ese momento nos marcaron una línea que teníamos que seguir, que desestimamos por parte de la Federación, porque no queríamos a personas de por medio para comunicarnos con ellos. Para temas relacionados con el día a día hablamos con Gelines Romero, responsable del Área Social. Pero, en lo tocante a hablar con ellos, entendíamos que no era la forma de hacerlo (con intermediarios). En el momento en el que a un Consejo le pides su cese es que no lo ves capacitado.
La gente no está con esta directiva, es algo unánime, no exclusivo de las peñas
¿Ese desánimo del que hablas se está notando en los viajes organizados?
Sí, está afectando mucho al tema de los viajes. Desplazarte para que lo veas en el campo no te transmita nada, que el equipo no responda... Entendemos que tampoco para mucho más, a parte de que muchos jugadores no están dando el nivel y pueda que esa sea nuestra realidad. Pero es producto de una mala planificación y es normal que la gente se canse. Sabemos que habrá afición en Ponferrada, pero no tanta como la que querríamos.
¿Creéis que otra solución sería la destitución de Luis César?
Es evidente que la primera persona que se mira cuando los resultados no acompañan es el entrenador. Pero pasaron tropecientos ya y lo que hay es que mirar para arriba. Los números de Luis César son lamentables, no mejoró a Anquela y las sensaciones son peores que con Aquela, por lo que se entendería un movimiento en el banquillo, pero hay que ir más allá, quién dirige el club y quién ha configurado la plantilla.
¿Crees que aún queda esperanza?
La situación es complicada, pero si hay algún atisbo de esperanza pasa por ahí, por un Consejo nuevo. Todo el mundo iría a una y habría unión. Nunca había habido esta
desunión. Esperemos que entre alguien, que todos rememos a la misma dirección y apurar las opciones. Está difícil, pero si todos ponemos de nuestra parte podemos lograrlo. Cuando ves que algo no te representa y las decisiones que se toman son erróneas es muy difícil que haya unión y tampoco se fomenta. Lo más importante es que estemos todos juntos. No es una tema de las peñas, la gente no está con esta directiva, es unánime.