Jorge Lorenzo (Honda) anunció, en el circuito Ricardo Tormo de Cheste, su retirada de la competición tras el GP de la Comunidad Valenciana de MotoGP de este fin de semana.
El piloto mallorquín ofreció una rueda de prensa en la que dijo que “siempre he dicho que hay cuatro días importantes en la carrera de un piloto: el de su debut, cuando logra su primera victoria, cuando gana su primer Mundial y cuando anuncia su retirada”.
Lorenzo recordó que comenzó cuando tenía 3 años y que han sido 20 años de dedicación exclusiva a su profesión. Y añadió que fichar por Honda supuso un nuevo impulso y lograr “el sueño de todo piloto”, aunque indicó que “nunca sentí de manera natural la moto. Cuando empezaba a ver la luz tuve una caída en Montmeló y dos semanas después en Assen, y todos sabemos las consecuencias. Cuando estaba en la gravilla pensé si merecía la pena después de todo lo que había conseguido.
Bagaje de altura
Lorenzo deja la un bagaje al alcance de muy pocos pilotos. En España sólo dos tienen más títulos mundiales que él: Ángel Nieto y Marc Márquez.
Lorenzo llegó como un huracán al Mundial 2002, con 16 años recién cumplidos, por entonces la edad mínima para competir. No sin cierta polémica por su agresividad desmedida. Sin embargo, no alcanzó el estrellato hasta dar el paso de 125 a 250 cc, categoría en la ganó dos títulos mundiales consecutivos (2006 y 2007).
El mallorquín llegó a la cilindrada reina en 2008 y su impacto fue inmediato, primero como compañero de equipo de un Valentino Rossi en plena ebullición y después por conseguir la pole ya en su primera carrera, con la primera victoria en su tercera participación.
En 2010 superó a Rossi para convertirse en campeón de MotoGP, el primer español en lograrlo en la nueva categoría, y en 2012 pudo con Casey Stoner para alcanzar su segundo título. Tras ser superado por Marc Márquez durante dos temporadas consecutivas, Lorenzo volvía más fuerte que nunca en 2015, cuando logró un increíble título en Valencia tras un fin de semana perfecto.
En 2016, con varias caídas en su haber, el entonces piloto de Yamaha finalizó tercero en la que era su última temporada con la fábrica japonesa, con la que logró más de 40 victorias y 100 podios.
Una temporada más tarde debutó en Ducati, protagonizó un año de menos a más, consiguiendo tres podios que le llevaron hasta el séptimo puesto del Mundial y en 2018 logró el año de su consolidación en Ducati, pero un inicio errático de campeonato hizo que la fábrica italiana decidiera no renovar el contrato del mallorquín, quien herido en su orgullo decidió afrontar un nuevo reto que, a la postre, le ha llevado hasta la retirada.
En 2019, la situación no mejoró para Lorenzo, quien comenzó la temporada lesionado, se cayó en Qatar y también en Montmeló, pero la caída de Holanda, al final supuso la puntilla para una carrera mundialista que, además de los cinco títulos, incluye 68 victorias (47 en MotoGP, 17 en 250 cc y 4 en 125 cc), 152 podios (114-29-9), 69 poles (43-23-3) y 37 vueltas rápidas en carrera (30-4-3).
Ahora, dijo, va tomarse unas largas vacaciones en un sitio de playa. “Y luego ya pensaré en mis próximos capítulos, porque hay vida más allá del motociclismo”.
