El séptimo triunfo de Lewis Hamilton en el Gran Premio de Gran Bretaña puede relatarse desde el drama que le acompañó en su última vuelta al circuito de Silverstone.
Ocurre, sin embargo, que también debe explicarse desde el buen hacer de su equipo durante los 51 giros anteriores y es que el margen de medio minuto que construyó sobre Max Verstappen acabó siendo su paracaídas ante el pinchazo de su neumático delantero izquierdo. Con tres ruedas y una renta de 5.856 segundos cruzó finalmente la línea de meta.
“Me daban una diferencia de 30 segundos, que bajaba y bajaba. Pasé de tener 19 segundos de ventaja a tener 10. Me decían que eran 9, 8, 7... y que tenía que pisar el acelerador. Nunca he experimentado algo igual en una última vuelta, casi se me para el corazón”, relató el vigente campeón y actual líder del campeonato.
El doblete de Mercedes saltó por los aires poco antes, con el reventón de Valtteri Bottas. Entonces Hamilton sentía que su goma estaba bien, pero su suerte cambió al encarar el giro final, aunque no le impidió ver en primer lugar la bandera a cuadros.
Siete de siete
La resignación ante la supremacía de Mercedes, ya nada disimulada en el seno de Red Bull, permitió a Hamilton asegurar su séptimo triunfo –todos ellos tras arrancar desde la pole– en Silverstone. Y es que el piloto de Stevenage debe agradecer que poco antes de su pinchazo los ingenieros rivales condujeran a Verstappen a boxes pensando más en la vuelta rápida y en ese punto adicional que en el triunfo.
La caída del finlandés aupó a ‘Mad Max’ al segundo puesto y a Charles Leclerc al tercer escalón del podio. En la cuarta plaza debía haber aparecido Carlos Sainz, pero también sufrió un pinchazo en la última vuelta que frustró su buen hacer en Silverstone. El madrileño protagonizó una espectacular salida, en la que pasó de la séptima a la quinta posición gracias a sus adelantamientos a Lance Stroll y Lando Norris. Rodaba cuarto en el momento del incidente con la goma delantera izquierda.
Sustituto varado
A Nico Hülkenberg, por su parte, el Gran Premio se le torció al intentar sacar su Racing Point del box. Un problema mecánico en su monoplaza le impidió tomar la salida y disfrutar de la carrera en sustitución del mexicano Sergio Pérez.
‘Checo’ se quedó todo el fin de semana en aislamiento, tras su positivo en Covid-19. Su estado de salud es bueno, pero solo un resultado negativo en el test médico le dará la oportunidad de recuperar su volante para el próximo Gran Premio.
Silverstone será de nuevo el escenario del siguiente capítulo –bautizado como Gran Premio del 70 aniversario– de un Mundial que sigue sumando drama y picante, aunque incluso con tres ruedas es Hamilton el que gana.
