Carlos Alcaraz ha confirmado su presencia en el torneo ATP 500 de Basilea, en el que esperaba tener la posibilidad de medirse a Roger Federer, uno de sus ídolos, que se retirará sin haberse enfrentado al actual número uno del tenis mundial.
El suizo, de 41 años y ganador de 20 Grand Slam, anunció este jueves su adiós a las pistas tras la Copa Laver londinense del 23 al 25 de este mes.
Alcaraz, quien más de una vez ha dicho que suspiraba por jugar una vez contra el suizo, no verá cumplido su deseo en competición.
Desde Basilea, Alcaraz partirá hacia el Masters 1.000 de París-Bercy, del 31 de octubre al 6 de noviembre.
El año lo cerrará Alcaraz en la Copa de Maestros, para la que ya está clasificado y en la que buscará poner un gran broche a 2022 en Turín (Italia), que acogerá la competición entre los ochos mejores tenistas del curso del 13 al 20 de noviembre.
Según lo previsto, su calendario no ha variado y solo faltan por concretar uno o dos torneos más en los que participará antes de Basilea y seguramente el ATP 500 de Tokio o el de Kazajistán, que coinciden en fechas, del 3 al 9 de octubre, será uno de ellos.
Bastante antes, una vez finalice su estancia en Valencia, a Alcaraz se le espera en Murcia, donde se le brindará otro homenaje, "un acto sencillo", según su padre, Carlos Alcaraz González.
Por otro lado, el hermano mayor de Carlos, Álvaro, ha pasado a formar parte de su equipo.
De 22 años y también tenista, aunque no llegó a ser profesional, ejercerá como apoyo familiar y como esparrin tras estar con su hermano en la gira americana y haberle acompañado antes en algunos torneos en Europa.
"Entiende de tenis, ha ejercido como monitor y también ha sido jugador. Tiene un buen nivel, como mostró jugando en Campeonatos de España, y ayudará a Carlos en los viajes y en el día a día de las concentraciones. Será un buen apoyo para él con la sencillez y la naturalidad que siempre ha habido en la relación entre ellos", ha comentado el padre de ambos.
Alcaraz confirma su presencia en el torneo de Basilea
