Roglic conquista la cronoescalada y sentencia la general
lll
17º-23º

Roglic conquista la cronoescalada y sentencia la general

Roglic conquista la cronoescalada y sentencia la general
Foto: EFE

Usuario

Tres años después de la frustración de perder el Tour en la última crono ante su compatriota Tadej Pogacar, el esloveno Primoz Roglic (Jumbo) sentenció el Giro al imponerse en la vigésima etapa, una contrarreloj individual entre Tarvisio y Monte Lussari, de 18,6 kilómetros, en la que desbancó de la primera posición de la general al británico Geraint Thomas a sólo un día del paseo final por las calles de Roma.
 

Roglic (Trbovlje, 33 años) conoció la gloria que le esquivó en aquella maldita subida a La Planche des Belles Filles que glorificó a Pogacar. Esta vez se vistió la ‘maglia rosa’ y aseguró su cuarta grande, después de tres Vueltas, ganando con enorme superioridad una crono bestial.
 

En el duelo a tres no hubo color. Roglic estuvo enorme y superó en 40 segundos a Thomas, impotente ante la fuerza del esloveno, y en 42 a João Almeida (Emirates), una exhibición compartida con muchos compatriotas que, por cercanía a su país, acudieron a las cunetas a aclamar al ídolo. Roglic llegará mañana a Roma como el nuevo emperador del Giro.

 

Crono atípica

Fue una crono atípica por su recorrido, porcentajes exagerados y peculiaridades en sus 7,4 kilómetros de subida al Monte Lussari con 11,8% de pendiente media, incluidas rampas del 12% y 15% y un repecho en la mitad del 22% para llegar a 1.774 metros de altitud. Una prueba cronometrada dividida en tres mangas separadas con intervalos de 50 minutos, mientras que los favoritos salieron cada tres minutos.
 

Todo diferente. Hasta el comienzo de la subida los corredores usaron la ‘cabra’ de contrarreloj, luego para la brutal subida se pasaron a la bici convencional y por si acaso había una descomunal escabechina, la organización aumentó el tiempo del fuera de control en un 50%. El patrón del Soudal Quick Step, el veterano Patrick Lefevere, calificó la etapa de “farsa”.
 

No todos se tomaron en serio la crono, algunos subieron tramos haciendo el ‘caballito’ encima de la bicicleta, otros iban haciendo eses por la dificultad extrema de las rampas.
 

Roglic superó todos los registros en los puntos intermedios y Thomas cedía 16 segundos a media subida con el esloveno, perjudicado por un problema mecánico que le obligó a poner pie a tierra.
 

Merodeó el infortunio que le ha perseguido durante su carrera. Nada más lejos de la realidad, llegó lanzado mientras el galés, no tan buen escalador como, pagó el esfuerzo, resistió bien, pero  no pudo contestar al gran tiempo de su rival. El último día de competición sonrió esta vez a aquel corredor que perdió el Tour en 2020 ante Pogacar por la crueldad de una cronoescalada. La historia al revés.

Roglic conquista la cronoescalada y sentencia la general

Te puede interesar