El Real Madrid consolidó su primer puesto al final de la primera vuelta de la Liga Endesa con un triunfo en el WiZink Center ante el Río Breogán (91-73) que cimentó en el tramo inicial del tercer cuarto.
Empezó el anfitrión anotando de tres en tres, sumando doce de los primeros trece puntos con un trío de triples y un 2+1. Aguantó el rival el tirón como pudo, pero entonces apareció Yabusele para castigarle sobremanera. El francés, en un momento de gran inspiración, firmó él solo un parcial de 9-0 para poner el 22-8 en el marcador. Un triple de Lukovic amortiguó el golpe, aunque el daño ya estaba hecho al final del primer cuarto.
Esa ventaja les permitió salir airosos del intercambio de golpes que sucedió al primer paso por los banquillos, cuando el Río Breogán comenzó a tomarle la temperatura al enfrentamiento y a replicar las anotaciones del conjunto local.
Así fue hasta el tramo final cuando tres errores consecutivos en ataque del Real Madrid los aprovecharon los gallegos con dos canastas de Happ y una de Nenadic. Eso les permitió sortear la barrera psicológica de los diez puntos y situarse a siete, diferencia que se mantuvo cuando el propio Nenadic respondió con un triple al lanzamiento exterior de Rudy Fernández que frenó la remontada. Dos libres de Tavares fueron el colofón a la primera mitad.
Del vestuario volvieron los madridistas muy contundentes con un parcial de 16-0 que rompió de manera definitiva el enfrentamiento. Lo cortó Sergi García, pero en seguida recibieron los suyos otro 7-0 que convirtió el acumulado en 23-2.
De esta manera, con solo una canasta en más de 7 minutos y medio desde el descanso, el equipo gallego dijo prácticamente adiós a sus opciones pese a que corrigió un poco su errático rumbo en los instantes finales del tercer cuarto anotando algunos de los puntos que no había logrado transformar antes.
No terminó ahí el cambio de imagen del Río Breogán, que fue capaz de darle continuidad en el arranque del cuarto decisivo con un 4-20 a su favor que les valió para posicionarse a 12 puntos y meterse de lleno en el choque cuando nadie contaba ya con ellos.
A la postre ese golpe en la mesa resultó insuficiente ya que despertó a tiempo de su letargo el plantel de Chus Mateo y con unos minutos finales donde predominó la efectividad, sellaron la victoria y el título honorífico de campeones de invierno.