Miami Heat se complicó en exceso su duelo de este viernes ante Houston Rockets y lo tuvo que ganar (97-95) en una genial acción sobre la bocina de Jimmy Butler colgándose del aro en un "alley-oop".
Hasta los últimos instantes, el encuentro de Butler había sido muy pobre, pero supo aparecer en el momento clave con efectividad desde el tiro libre y también maquillar su estadística con 16 puntos, 10 de los cuales llegaron en los últimos cinco minutos.
Miami logró así solucionar el desaguisado de encuentro que completó ante el peor equipo de la liga, unos Houston Rockets combativos pero que sumaron su cuarta derrota seguida.
En cambio, esta es la octava victoria consecutiva en casa de los de Erik Spoelstra.
Tyler Herro (31 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias) y Jabari Smith Jr. (22 puntos y 8 rebotes) fueron los máximos anotadores de Miami y Houston, respectivamente.
El español Usman Garuba aportó 2 puntos y 4 rebotes en 14 minutos para Rockets.
El inicio se asemejó más al concurso de triples del All-Star de la semana que viene que a un partido de liga regular.
Caleb Martin inauguró el marcador con una canasta desde el perímetro y marcó tendencia porque tras el suyo llegaron cuatro más de manera consecutiva.
Con el paso de los minutos, los porcentajes de tiro exterior regresaron a números más habituales y con más juego interior emergió un claro dominador: Bam Adebayo, quien sumó 10 puntos y 3 rebotes en los siete minutos y medio que disputó.
Ningún hombre de los Rockets podía frenarle y, creciéndose en pista, el pívot protagonizó una acción que puso en pie a la grada. Robó la pelota bajo su aro, recorrió toda la cancha botando y culminó con un dos más uno.
Se escapó en el luminoso el equipo de Spoelstra por 10 puntos, pero con las primeras rotaciones Houston igualó el encuentro gracias a un triple de Smith Jr, el mejor de los visitantes por entonces con 11 puntos.
Un triple sobre la bocina de Tari Eason permitió a los Rockets despedir el cuarto por delante en el marcador (28-29) en su primera ventaja de la noche.
Los Rockets se engancharon al partido y ya no hubo más rentas de dos dígitos para nadie.
Tuvo mucho que ver en ello la buena actuación de Kenyon Martin Jr., que únicamente en ese periodo anotó 10 puntos.
En Miami asumió la responsabilidad de anotar Herro, con 8 puntos sin error, y un gran Max Strus, que aportó tres triples desde el banquillo y 12 tantos en este tramo.
Los Heat por entonces no tenían noticias de un Butler casi inédito (sólo 4 puntos al descanso) y todo quedó por decidirse en la segunda mitad (58-56).
La igualdad se mantuvo en la reanudación y se ensució el juego con más pérdidas de balón y errores en el tiro.
Ese ritmo más lento y con tantas imprecisiones favoreció a Houston para igualar el físico y p/msperjudicó en concreto a Adebayo, que en dos intentos por bloquear a un rival cometió sendas faltas personales -la primera de ellas con protesta y técnica-.
Spoelstra le sentó con cuatro personales y con un abierto 75-73 se llegó al periodo definitivo.
Cuando parecía difícil complicarse tanto ante el peor equipo de la NBA, Miami Heat demostró que no hay imposibles en el baloncesto. Cuatro pérdidas de balón en tiempo récord habilitaron a los de Stephen Silas para robar y correr.
Un parcial de 4-10 para los visitantes puso un comprometido 79-83 a ocho minutos para el final y despertó la cólera de Spoelstra, obligado a solicitar tiempo muerto para solucionar el desorden de su equipo.
La quinta falta de Adebayo no ayudó y Miami ya rogaba por los puntos de un Butler con tan solo 6 tantos a cinco minutos del final.
Finalmente regresó Butler, no con su versión más brillante pero sí efectiva, anotando puntos cuando el equipo lo necesitó: 6 desde la línea de tiros libres y 4 más en juego para cerrar su estadística en 16 tantos.
Los últimos segundos fueron una sucesión de acciones emocionantes que parecían dirigir el partido a la prórroga, pero el mate de Butler en el último suspiro selló el triunfo de los locales.