El Río Breogán salió airoso (73-92) de la visita al colista, el Carplus Fuenlabrada, en un partido en el que llegó a verse por detrás al descanso pero que finiquitó en un tercer cuarto en el que transformó casi la mitad de sus puntos.
Recibió el Fernando Martín a su equipo por primera vez tras el parón competitivo, momento que el equipo aprovechó para reforzarse con un par de caras nuevas. Se mezclaron por ello en las gradas las ganas de ver baloncesto y la ilusión, pese a la dolorosa derrota la jornada previa en Manresa.
El buen ambiente contagió al cuadro madrileño, que mostró una intensidad que le llevó a dominar en rebotes y robos durante el primer cuarto. Distinto cantar fue el tiro, en el que los de Quintana patinaron con un 1 de 5 en triples y un 1 de 4 desde la línea de libres.
Pese a ello consiguieron igualar los once primeros puntos del rival, nueve de los cuales los anotaron entre Hollatz y un Happ rápido de movimientos que ponía a volar a los pívots rivales debajo del aro. A partir de ahí, despegó el Breogán con un parcial de 0-7 que le dio tranquilidad.
En otras circunstancias, habrían comenzado a dudar los de casa. Y aunque entraron en el segundo cuarto 8 puntos abajo castigados por la inspiración de Nakic, ofrecieron una puesta en escena demoledora que se plasmó en un parcial de 10-1 que les puso por delante. A partir de ahí, comenzó un intercambio de aciertos en el que el equipo visitante logró la mayor renta con un triple de Bamforth, equilibrado acto seguido por Kromah.
De vuelta al parqué tras el paso por vestuarios siguió el toma y daca en ambos aros hasta que el Breogán transformó cuatro puntos sin respuesta para adquirir una ligera ventaja.
Fueron los brotes verdes de un parcial que acabó siendo de 2-17 con 7 puntos de un Happ desatado, hambriento en el rebote y valiente en las entradas a canasta, y dos triples de Momirov. No bajaron el listón pese a la renta y los datos al final del tercer cuarto lo dijeron todo: 11 de 14 en tiros de dos, 4 de 5 en triples y 3 de 3 en libres.
Ahí murió el enfrentamiento y el espectáculo, con dos conjuntos sobre la pista que ya conocían el final de la película pese a que aún restaban diez minutos. La relajación trajo consigo una inevitable falta de puntos, solo 5 entre unos y otros en los cuatro minutos y medio iniciales del cuarto.
A esa sequía le siguió un parcial de 2-8 que hurgó en la herida de un Fuenlabrada que encadena 15 derrotas seguidas, con unos aficionados enchufados al principio pero que acabaron pidiendo la dimisión de la directiva.
