El Río Breogán se despidió este miércoles de la Liga de Campeones después de caer en el tercer y decisivo partido de la eliminatoria de repesca ante el Pinar Karsiyaka (86-76), al que obligó a sufrir hasta el último suspiro con un notable ejercicio de supervivencia.

Y es que el cuadro dirigido por Veljko Mrsic fue a remolque durante todo el choque pero en el último cuarto disfrutó de dos ataques para ponerse por primera vez por delante en el marcador. En la primera, Momirov falló un contraataque; en la segunda, Jogela un triple desde la esquina.

Pese a todo, el Breogán entró en los últimos cuatro minutos con el marcador igualado después de un parcial 3-10. Pero ahí se apagó en ataque y la calidad individual de los jugadores americanos del Karsiyaka decidió el encuentro.

El equipo turco marcó desde el inicio el ritmo del partido. Explotó su acierto exterior para coger una ventaja que el Breogán no pudo neutralizar en todo el partido, pese a que tuvo momentos de buen juego y una gran defensa. Alcanzado el ecuador del primer cuarto, el Pinar Karsiyaka ya sumaba 17 puntos, lo que obligó a Mrsic a pedir tiempo para evitar que su rival rompiera el choque (17-10).

Los turcos bajaron su porcentaje de acierto, y eso igualó el choque hasta que las pérdidas destrozaron al Breogán, castigado con un parcial 7-0 de salida en el inicio del segundo asalto (29-17).

El equipo gallego, liderado por Toni Nakic y McLemore en ataque y con una notable mejoría en defensa, amagó con voltear el electrónico (38-34), aunque sus pérdidas y la escasa aportación de su banquillo (4 puntos al descanso) oxigenaron al Karsiyaka, en el que ocho jugadores ya habían aportado puntos (43-39, descanso)

La historia se repitió en el arranque de la segunda parte. El Karsiyaka golpeó en el inicio con un parcial 11-3, pero el Breogán, con Sergi Quintela en la dirección, respondió para entrar con vida en el último cuarto (62-56, min.30). A cada golpe respondió el equipo breoganista, hasta que se apagó en la recta final.