Marta Galimany: ¿Por qué no puedo volver a batir el récord?"
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Marta Galimany: ¿Por qué no puedo volver a batir el récord?"

Marta Galimany: ¿Por qué no puedo volver a batir el récord?"

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La atleta Marta Galimany (Valls, 1985) batió el domingo con un tiempo de 2h.26:14 en el Maratón de Valencia el récord de España de la distancia, una marca que se ve capaz de volver a superar si se da otro día perfecto porque aún se ve con margen de mejora y con la capacidad de empezar la prueba un poco más rápido.
 
En esta entrevista con EFE, Galimany, que consiguió un récord que databa de 1995, cuando Ana Isabel Alonso lo dejó en 2h.26:51, también habla sobre sus próximos dos grandes objetivos: el Mundial de Budapest de 2023 y los Juegos Olímpicos de París de 2024.
 
¿Cuántos sacrificios le ha costado este récord?
Para mí no son sacrificios porque estar viviendo esto es un sueño. Antes estudié y trabajé (es ambientóloga) compaginándolo con mi vida atlética. Poder dedicarme al 100% a entrenar es un sueño. Aunque es cierto que no puedes ver a la familia y a los amigos tan a menudo como te gustaría. Tienes una vida dedicada a esto. Pero es la que he decidido vivir y me encanta.
 
De hecho, hasta principios de 2021 no se pudo dedicar 100% al atletismo.
Sí, en diciembre de 2020 dejé mi trabajo de media jornada. Tuve esta oportunidad (Adidas le ofreció un contrato) y la aproveché.
 
¿Este hecho fue clave para incrementar su nivel y llegar a conseguir el récord?
Fue todo. He ido evolucionando poco a poco como atleta a lo largo de los años. Cuando empecé a correr estaba en la universidad y entrenaba muy poco. Después hubo una época en la que trabajé ocho horas diarias lejos de casa. Llegaba a las 19.30h a mi casa, en Valls (Tarragona), y me ponía a entrenar. Luego pude cambiar a un trabajo de media jornada en Valls y empecé a entrenar y a descansar más.
 
¿Por qué le atrajo la larga distancia?
Me adapto muy bien a la larga distancia. En una prueba corta no tengo la capacidad de ir tan rápido. Pero la maratón es una prueba a la que se le tiene que tener mucho respeto. Como atleta quise formarme primero en las pruebas de distancias inferiores. Cuando debuté en el maratón rápidamente me enamoré de la prueba. De su dureza, de su entorno, de las emociones que te vienen al cruzar la meta.
 
¿Cuando se levantó por la mañana el domingo sintió que era el día de batir el récord?
Este récord lo tenía en mente, pero no quería obsesionarme porque entonces no sale. Tienes que ir tranquila, con el trabajo hecho y sin pensar mucho. Siempre que voy a buscar una marca le pregunto a Jordi Roca, mi entrenador y mi pareja, si él cree que puedo correr a ese ritmo. Y eso hice el sábado por la tarde. Me miró y me dijo: “Estoy absolutamente convencido”. Y le contesté: “Pues si tú crees en mí, yo voy a creer en mí y tiene que salir”.
 
¿El domingo todo salió a pedir de boca?
Sí, vimos que el día era perfecto. Todo el entorno me decía que sí. El día era perfecto y la gente acompañaba.
 
¿Cuándo se dio cuenta de que iba a conseguir el récord?
El de la Maratón de Valencia es un circuito muy llano, pero hay un pequeño desnivel hacia arriba entre los kilómetros 29 y 34. A partir de ahí, es favorable. A mí, como atleta quizá las subidas me cuestan más y las bajadas se me dan mejor y puedo recuperar el ritmo. Jordi me dijo que tenía que luchar del 29 al 34, que a partir de ahí iba a volar. Cuando estuve en ese tramo más complicado me iba repitiendo lo poco que quedaba para llegar al kilómetro 34.
 
¿Y qué pasó cuando llegó al kilómetro 34?
Me dije que ya había hecho lo teóricamente difícil. Aún quedaba mucha maratón, pero me sentí muy bien de piernas, con mucha fuerza. Me iba diciendo que hoy era el día, que no se me escapaba. E intenté relajarme. Me convencí a mí misma de que no se me podía escapar.
 
¿En esos últimos kilómetros es más difícil gestionar el físico o la mente?
La maratón es una combinación de todo, pero para mí es fundamental meterme pensamientos positivos en la cabeza. En otras maratones cuando tuve dudas vinieron inputs negativos a la cabeza y, cuando eso pasa, el cuerpo no sigue. Si tienes alguna duda o problema pierdes toda la maratón. La cabeza es la que manda. Aunque nunca estás a salvo de sufrir un problema físico. Por eso no quise arriesgar en la bajada hacia la línea de meta en la Ciutat de les Arts i les Ciències.
 
¿Ve posible volver a batir el récord?
Por qué no. Pero es evidente que tiene que darse otro día igual. El domingo me encontré tan bien que hasta pude correr más en los últimos kilómetros. Si consigo cuadrar eso, empezar un poco más rápido y mantener el ritmo hasta el final creo que puedo arañar segundos. Creo que tengo margen de mejora.
 
En el horizonte hay el Mundial de Budapest de 2023 y los Juegos Olímpicos de París de 2024. ¿Qué expectativas tiene?
Tengo la mínima para el Mundial, pero faltan por saber los criterios de la federación y clasificarme. El objetivo siempre es intentar mejorar mi nivel competitivo dentro de un campeonato internacional. El último Mundial en Doha fue una experiencia increíble, conseguí quedar la decimosexta. Mejorar esa posición es complicado porque se dieron unas circunstancias especiales. Y, en los Juegos, lo mismo. Me hacen mucha ilusión. Pude ir a los de Tokio, que fueron especiales y que no olvidaremos nunca, pero me gustaría vivir unos sin pandemia.

Marta Galimany: ¿Por qué no puedo volver a batir el récord?"

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