El acuerdo entre la RFEF y el Deportivo para que Yeremay se incorpore a la selección española sub-21 después del partido del domingo contra el Elche es lo mejor que podía pasarle a la afición blanquiazul, que podrá disfrutar del ‘10’ en el cierre del curso 2024-25.
Con el equipo de vacaciones (al menos mentalmente) desde el pasado 4 de mayo, cuando certificó la permanencia, lo mejor —y casi lo único— que le queda al deportivismo en este (prescindible y olvidable) final de temporada es gozar del crack canario, esperemos que no por última vez. Los grandes clubes vuelven a la carga. Ya apretaron en el mercado de invierno y siguen tentando al joven extremo, un prodigio ya en el presente y llamado a ser una bomba en el futuro. De momento, está a punto de cerrar su primera campaña en el fútbol profesional como uno de los principales goleadores, asistentes y el máximo regateador de Segunda... Sus quince dianas y cinco asistencias convierten a Yeremay en uno de los mejores debutantes en la categoría de plata de la última década... Sin olvidar, sobre todo, cada gota de talento y fantasía ilimitada que ha regalado a la afición deportivista desde su debut con el primer equipo, aquel 1 de diciembre de 2021, cuando se destapó con un golazo en la victoria ante el UCAM Murcia (3-4) en la Copa.
Ahora le queda por delante convencer a Santi Denia para disputar el europeo sub-21, Luis de la Fuente le tiene en el punto de mira, según reconoció el seleccionador de la ‘Rojita’, y luego... ojalá esté de vuelta en Riazor para la temporada 2025-26. Por si acaso, disfrutemos el domingo, un día más, de su magia. Y esperemos que no sea el último.