El Depor está afrontando las últimas temporadas con la presión de ascender y volver al fútbol profesional. Una presión que no tienen los equipos filiales, y a algunos de ellos les ha ido muy bien, ganándose una plaza en Segunda División las plantillas B de Real Sociedad o Villarreal, por citar los casos más recientes.
En la presente campaña, es otro filial, el Real Madrid Castilla, el que está en una buena posición para emular a donostiarras y castellonenses. Una vez más, la falta de presión está siendo un factor fundamental para conseguir esa meta que tanto ansía el Depor.
Sin embargo, el equipo coruñés, por palmarés y por afición, está obligado a convivir con la presión. No le queda otra. Pero sí puede aprender a gestionarla mejor que en la actualidad.
Si un filial es capaz de subir a la categoría de plata... ¿Por qué no el Depor?... Ellos están explotando al máximo sus ventajas. El Depor tiene que hacer lo mismo. Aún hay tiempo, pero es necesario que la reacción no tarde en llegar... Empezando por el derbi de mañana.