La Segunda División está en pleno sprint antes de que llegue el parón navideño. El Dépor disputará tres partidos en ocho días y en horario nocturno. Nueve puntos en juego, con los de Óscar Gilsanz ante una buena oportunidad para dar un importante salto hacia adelante y alejarse de la zona de descenso.

De esos tres compromisos, solo uno será a domicilio, el de esta noche frente al Tenerife. Se ha hablado mucho de este partido en los últimos días: de cómo llegan los dos equipos, de los duelos del pasado... El caso es que el Dépor visita a un rival muy necesitado de puntos, de ahí su principal peligro.

Los otros dos partidos antes de cerrar 2024 serán en casa. Bueno, a ver si llegan un par de victorias que permitan a la afición respirar más tranquila. El jueves llega a Riazor un equipo más que conocido. Por lo bueno y por lo malo. El Castellón ya ganó ayer al Cartagena con solvencia, y es uno de los equipos que está luchando por asentarse en plazas de playoff de ascenso. Ojo con los blanquinegros, pues.

Y después, el domingo de la semana que viene, el que visita Riazor es el Mirandés. Aunque perdió el viernes frente al Almería, está  haciendo una temporada más que digna. Es el equipo menos goleado de la categoría.

Así que frente a Tenerife, Castellón y Mirandés hay que hacer un último esfuerzo para cerrar el año del regreso al fútbol profesional de la mejor manera. Y así afrontar con más garantías un 2025 en el que los blanquiazules tendrán que darlo todo en una categoría tremendamente exigente. Eso sí, el año que viene también contarán con el apoyo de una afición que ya está deseando acudir dos veces a Riazor la semana que viene.