Cada uno llevamos un entrenador dentro. No es algo nuevo y hasta me aventuro al afirmar que seguirá siendo así mientras se mantenga la pasión por el fútbol. Borja Jiménez ha demostrado, lo sigue haciendo, que tiene su propia idea futbolística y ahí sigue con ella a cuestas. Su autocrítica, aunque liviana, choca con lo que él dice y lo que afición percibe. Es muy distinta.
Es verdad que aquí, en A Coruña, somos muy exquisitos. Enseguida nos aferramos a lo que fue el Depor, pero que lamentablemente hoy no existe; por mucho que nos empeñemos, aquellos tiempos pasados no volverán, por lo tanto es inútil y hasta una aberración comparar a los jugadores actuales con aquellos que en su día lucieron la camiseta deportivista y que se codeaban con los mejores de Europa y del mundo (Mauro Silva, Bebeto, Makaay, Fran, etc.).
Hay que ser realista. El fútbol actual es para flojos. Este Depor carece de carácter, de fortaleza mental. Hay mejor equipo de lo que están demostrando. Alguien de dentro debería enseñar a sacar las garras para pelear y a jugar con fe.