Al haberse cumplido ya los cincuenta años de los primeros ‘Juegos Don Bosco’, traemos hoy los recuerdos de aquellos primeros años del fútbol sala en A Coruña. Este deporte había nacido en Inglaterra y pronto pasó a Austria y a la mayoría de los países centroeuropeos. En 1967 fue introducido en Alemania, donde los Beckenbauer, Netzer, Overath y otros grandes jugadores de fútbol se convirtieron en auténticas ‘estrellas’ de este nuevo deporte. En nuestro país comenzó a practicarse en los años 70 y en nuestra ciudad los pioneros habían sido los Antiguos Alumnos Salesianos, que pronto convertirían el Polideportivo del Colegio en la ‘catedral’ del fútbol sala de la ciudad. Alfredo Vázquez Fidalgo fue uno de los entusiastas directivos encargados de poner en marcha este deporte, quién a finales de 1970 organizó un partido entre los AA.AA. Salesianos y el equipo de la empresa Gispert.
No obstante tardaría unos años en coger impulso, hasta que en 1973 se organizan los ‘I Juegos Don Bosco’, con varios deportes y entre ellos el fútbol sala. A partir de ese momento fueron muchos los entusiastas directivos de la Asociación que colaboraron en la expansión de este deporte. Recordamos a Santiago Fernández-Miranda en su etapa de Presidente, respaldado por Sánchez Meilán, don Javier o Tino Castro Ruso, profesor de Educación Física en el Colegio y posteriormente responsable de este deporte en la Federación, y siempre con la ayuda de los representantes del Colegio, primero don José Luis y después don Nicolás, que cuidaban con esmero de las instalaciones.
Los primeros equipos en disputar partidos de esta nueva modalidad, serían el Orillamar, Club del Mar, Marte y Torre. El Orillamar SD creó su sección de fútbol sala en la temporada 72/73, siendo su primer equipo el formado por Botana, Reboredo, Luis, Robles, Granda, Rivera y Ramiro, actuando como delegado el directivo Orlando.
A partir de ahí aparecen equipos de toda condición, desde los que dependían de clubes modestos como el Oza Juvenil, Sporting Coruñés, Deportivo Ciudad, Orzán, Imperator, etc., a los que se formaban en las empresas, como Fenosa, La Voz de Galicia, Peluquería Loureda, Almacenes Barros, Pascual, o Maderas Peteiro, entre otros muchos. Incluso un joven Juan Carlos Cebrián había creado un equipo, el Bols, de breve recorrido, y otro aficionado al deporte como Antonio Fernández Tapias, apoyó la creación de otro con el nombre de su empresa Viajes Norte.
Los jugadores que formaban parte de estos conjuntos solían ser ex jugadores profesionales de fútbol, o bien trabajadores de dichas empresas reforzados con jugadores del fútbol modesto. Así podemos recordar -como ejemplo- a los Otero, Fabas, Bebucho o Cantero en el Sporting Coruñés; Yanqui, Fernando Vales, Tuto, Quián, Lucho o Moncho Parada en el Imperator; Quinocho y Pardillo en el Marte; Núñez y Parrado en La Voz; Babío, José Luis, Julián, Nanuco, Pellicer o el propio Loureda, en su equipo; o Beci, Manolete y Jaime Blanco en el Banco de Granada. Los jugadores también iban cumpliendo años y así en los III Juegos Don Bosco aparece la categoría de Superveteranos, que en esa edición gana el equipo de Viajes Norte.
Recordamos también a los primeros árbitros: Pancho Veiga, Mosquera y el propio Tino Castro Ruso, que dieron paso después a otros ya profesionales como Andrés Medín, Carlos Casares o Jacinto Artigas.
Aplausos para estos pioneros que dieron paso a un deporte que alcanzó grandes éxitos nacionales y que siguen practicando muchos aficionados y aficionadas al fútbol sala.