El Basquet Coruña jugará en el Coliseum porque por si alguien en el Concello albergaba dudas (que las albergaba), el club se encargó de movilizar a la marea naranja y convertirla en tsunami. Alfonso Molina latirá baloncesto y el vetusto Palacio de los Deportes se quedará más vacío. Queda por ver si la nueva instalación se convertirá en una casa para el equipo que dirige Diego Epifanio, porque por más climatización que se aplique una cosa es el calor térmico y otro el humano. “¡Ruído!”, volverá a gritar el speaker Tomé y habrá que hacer mucho para llenar la inmensidad del Coliseum.
Todo depende de la fiereza de la afición, que al menos por ahora responde: sólo seis equipos han tenido más abonados la pasada temporada que los que han reservado ahora su abono en el Basquet Coruña. Suena bien.