Se suele decir que los “grandes” se hacen por saber controlar la presión exterior en los momentos con dificultad, utilizándola como soporte para sacar lo mejor de sí.
Hoy en Riazor se vivirá unos de esos partidos donde las sensaciones deben de ser ajustadas a los propios intereses. Vengo trasladándoles la terminología del “pico y la pala” para definir la fórmula que el cuadro blanquiazul deberá emplear en la futura trayectoria de esta competición. Una versión que cada día se confirma más. Las “presuntas superioridades” en términos de historial de club y otros anexos, quedan diluidas por la realidad.
Psicológicamente será un partido de seis puntos. Una victoria recompondrá el desfase parcial adverso de estas dos últimas jornadas. Imagino que el ambiente, aunque no será como si se disputase en fin de semana, ofrecerá un gran respaldo anímico. Solo queda que la “pelotita” decida entrar en la portería rival.
Cambio de tercio. Vuelvo a introducirme en el VAR. No logro entender cuál es realmente el verdadero fundamento interpretativo. Sigo pensando que podía ser un utensilio muy aprovechable, pero la realidad me confunde. Seguro que está todo escrito en la forma de actuación, pero tras leerlas, las dudas me embriagan. La sensación es de ser una lotería. Cuando el árbitro señala que hay revisión, me pongo a temblar, una interpretación de la realidad puede decantar cualquier señalización. ¿Será tan difícil hacer creíble todo este proceso?.
Sigo con el punto y seguido. Comienzan a salir a flote severas reclamaciones contra la nueva propuesta antidopaje en el deporte español. Si uno se mete en profundidad en el tema se dará cuenta de que existen grandes vacíos, mucha vaguedad. El nuestro deporte bien merece una gestión de otro calibre.
Finalizo. Pasé este fin de semana por los campos de A Torre. Bajo una lluvia incesante y fuerte viento, comprobé el castigo que supone estar en esas instalaciones como espectador. No trasladar la opinión de que están realmente obsoletas en pleno siglo XXI, es engañarse a uno mismo. Dar una vuelta por otras instalaciones, ya no hablo de grandes ciudades, simplemente de urbes de pequeñas poblaciones, nos daríamos cuenta de que estamos a años luz. Campos sin el más mínimo cobijo para cualquier padre que va a ver a su hijo competir. Después se saca pecho con el tema del número de licencias y otras cuestiones.
Aprovechando mi estancia, fui a comprobar cómo se habían solucionado la chapuza realizada en su momento con la sustitución del césped en determinados campos. Se ve que hicieron lo que pudieron, habría que saber el montante económico de las rectificaciones. Imagino que quedará para el secreto del particular sumario. Haciendo el recorrido, me llamó la atención el deterioro que en menos de un mes sufrió el campo grande, comienza a verse muy machacado y con un color donde el verde quedaba en evidencia. Seguiré pendiente de su evolución. Finalizo con ironía. Menudo disgusto deben tener los responsables deportivos blanquiazules. Noel y Trilli fueron convocados por la selección nacional Sub 19. Según lo expuesto en su momento, será un duro golpe para el primer equipo.
Como siempre un placer.