La pasada semana les resaltaba la labor que generan los distintos directivos en el entramado del deporte de base gallego, por centrarnos en nuestro territorio, pero que bien podríamos extenderlo al resto del Reino. Les ponía como ejemplo a la gente del cuadro coruñés del Orillamar, que con su esfuerzo llegaban a la celebración de su XXX aniversario del Torneo Internacional de Fútbol Base “Ciudad de A Coruña”.
Como continuidad a mis letras y desde este nuestro diario, van saliendo a relucir contantes referencias, destacando esa labor en otras versiones… Orzan, Oza Juvenil, Club del Mar o la propia asociación (AFAC).
En su momento y en medio de la pandemia, reclamé que se fuera preparando un “plan Marshall” para que la sociedad pudiese recuperar lo que representa el soporte deportivo del país. Prevenir lo que podría suceder cuando se recuperase la normalidad. Distintos sectores económicos, no pretendo comparar prioridades, se vieron beneficiados de ayudas, deporte profesional incluido. Pero los clubes de “segunda fila” no fueron reconocidos, por el personal competente, por no tener un impacto significativo en su actividad, sin dar trascendencia a la importancia económica, social y sanitaria que tiene este gremio. Si todos ellos, un buen día, decidiese hacer un parón, seguro que la vida de este país no iba a ser la misma.
Ya es hora de que “alguien” se dé cuenta de todo ello y con urgencia precisa, propiciando encarrilar un desahogo a estos “héroes deportivos” en la gestión de sus entidades. Hay muchas fórmulas, a través de gastos en licencias, mutualidades, arbitrajes… sólo hace falta voluntad y ponerse a ello. Seguro que a nivel electoral, más de algún partido, saldría ganando. En la federación deberían mirarse el ombligo.
Cambio de carril. Fichar, en los tiempos que vivimos, es sumamente fácil. Pero la clave y no voy a descubrir nada nuevo, es hacerlo con acierto. En casa Depor se sigue la tarea de confeccionar una plantilla con las garantías suficientes para encarar una competición muy peculiar. Con lo visto hasta ahora, muy ilusionado no me encuentro. El gris prevalece. El Club sigue en su línea de silencio “menstrual” y cada uno se tiene que buscar la vida para autogenerarse ilusión. La “urbana 8” veo que no aprendió de errores pasados. Esperemos acontecimientos.
Finalizo con un apunte de baloncesto. Se nos anticipa que el base norteamericano Lorenzo Brown se acaba de nacionalizar español, de forma exprés, para poder competir con la selección española en el próximo europeo. El curtido ex NBA y con experiencia europea en UNICS, Fenerbahçe y ahora Maccabi, renuncia a la ciudadanía norteamericana para hacerse con la española, dicen que hará las delicias de Scariolo en el puesto de base, pero me gustaría saber las cantidades que circularon para que diera este paso y si realmente sabe de qué color es nuestra bandera. A ver si el técnico transalpino nos saca un conejo de su chistera.
Como siempre un placer.