La Comisión Antiviolencia ha propuesto una sanción de 350.000 euros al Celta y la clausura por un período de tres meses del estadio de Balaídos por una serie de incidencias con motivo del partido contra el Rayo Vallecano. La vida te da sorpresas: resulta que al Celta le puede caer un buen paquete por tener la grada llena.

El vecino de Vigo tiene un problema y ahora prepara su defensa, pero no le favorece que por el camino hayan cometido graves deficiencias en la gestión de la seguridad del estadio. Tiene pinta de que van a tener que pasar por caja.

El caso es que al Celta le quieren multar ahora que tiene la grada llena, pero no hace tanto que tenía problemas por tenerla vacía: el tiro de cámara mostraba su tribuna principal despoblada y a LaLiga no le gustaba que se viesen demasiadas sillas sin ocupar en las retransmisiones. El club cambió las cámaras de posición para que apunten hacia la Grada de Río, más solicitada por el público.

La situación que se ha generado es también un aviso a navegantes. Es interesante tomar nota porque de fondo se percibe un afán recaudador en determinados organismos. Al Palma de fútbol sala le proponen una sanción de 100.000 euros por graves deficiencias en las medidas de control de acceso y permanencia de espectadores al no impedir un exceso de aforo. El director general del club mallorquín tiene claros su sentimientos ante ello. “Es una animalada”.

Todo repercutirá en los aficionados, a los que cada vez ponen más dificultades y piden más requerimientos para asistir a un espectáculo deportivo. Las cosas no deberían ser tan complicadas. Pero hay quien se empeña en enredarlas.