Vaya por delante que hoy deseo con todas mis ganas que gane el Deportivo. Pero por nada en especial. Simplemente soy deportivista y siempre quiero que gane mi equipo. Me encantaría que tuviésemos un buen cierre de temporada y así podamos despedir a Pablo Martínez y a Jaime como se merecen. Que sumemos 56 puntos y que podamos decir que ha sido una buena temporada tras pasar cuatro años en el barro. Pero también puede ser que hoy perdamos y que despidamos el ejercicio con la cuarta derrota consecutiva tras haberle hecho un favor al Granada en su lucha por el ascenso y al Sporting y al Zaragoza para que se salvaran. Si eso sucede me alegraré por el Elche. Les aplaudiré por el ascenso y también me alegraré por los ochocientos y pico aficionados ilicitanos que habrá en las gradas y que estarán muy felices. Pero lo mismo me alegraría si el rival de hoy hubiera sido el Oviedo o el Mirandés. Que a mí el Elche ni me va ni me viene, pero me gustará mucho verles felices. Eso sí, me enfadará mucho ver cómo los nuestros han bajado los brazos en las últimas jornadas tras conseguir la permanencia, pero de eso ya habrá tiempo para hablar más adelante
Y si hoy sube el Elche en Riazor ya nos pueden hacer un monumento en su tierra o invitarnos a algún trofeo veraniego, porque ya será la tercera vez que asciendan gracias a un resultado nuestro. Dos veces a Primera y una a Segunda. Dos veces el Deportivo y una el Fabril.
Fue en 1997 cuando el Fabril estuvo a punto de subir a Segunda. A mí me hacía mucha ilusión ese ascenso porque tendríamos fútbol en Riazor todas las semanas. Una semana con el Deportivo en Primera y la siguiente con el Fabril en Segunda ante equipos como Las Palmas, Sevilla, Osasuna y otros, que no estaba nada mal. Pues bien, el Fabril necesitaba ganar en casa ante el Córdoba, éstos ganar al Fabril por dos goles más que el Elche, y los ilicitanos tenían que ganar y esperar a que los otros dos empataran o ganara el Córdoba por uno o dos goles como mucho. Y eso fue lo que pasó, que perdimos 0-1, el Elche ganó y ascendió a Segunda, aunque volverían a bajar al año siguiente.
Y la siguiente ocasión que propiciamos el ascenso del Elche fue en la famosa temporada 2019-2020. Con todo el pescado vendido y el Deportivo descendido en el chanchullo de la última jornada, sólo quedaba el partido del paripé donde a nosotros nos quedaba la honrilla de ganar mientras desde Elche suspiraban por nuestra victoria para entrar ellos en el play off de ascenso. Hay que reconocer el mérito que tuvieron los jugadores ilicitanos entrenando dos semanas y media en pleno verano esperando por un posible play off que igual ni disputarían. Al final ya saben, Beauvue marcó dos goles y muchos en Elche aún lo recuerdan más que nosotros. Luego el mérito fue de ellos que ganaron el play off, pero como se dice en estos casos, en Riazor empezó todo. Y ahora que estoy mirando la clasificación de esa temporada veo que ellos subieron con 61 puntos y que nosotros bajamos con 51. Más igualdad en Segunda es imposible, desde luego.
Pues nada, que yo hoy sólo espero que salgamos a ganar, porque es nuestra obligación y porque la competición hay que respetarla. Si el Elche asciende que sea por sus propios méritos y no por dejadez nuestra. No vaya a ser que nos hagamos muchos amigos por el Mediterráneo pero nos empiecen a odiar en Oviedo y en Miranda de Ebro.