Normalidad embarazosa
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Normalidad embarazosa

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Cris Martínez anuncia su embarazo

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María Alharilla, Marta Corredera, Ainize Barea ‘Peke’ y, ahora, Cris Martínez son las únicas futbolistas de Primera División en España que han hecho público su embarazo. Es un número muy bajo teniendo en cuenta que la tasa de fecundidad es de 1,12 hijos por mujer en nuestro país y que en la Liga F son 270 jugadoras, incluyendo canteranas. La maternidad es un tema tabú en el deporte. Hay una legislación que protege a las profesionales, hay vocación por visibilizar el asunto con normalidad y cada vez existen más ejemplos, en otras disciplinas y en todo el mundo, pero, como casi siempre, aquí vamos con años de retraso.


Quedan atrás las vergonzosas y humillantes cláusulas antiembarazo. Algunas deportistas reconocieron haber firmado contratos ilegales para mantener su puesto de trabajo. Otras ni se plantearon la gestación durante su carrera por el miedo al “qué dirán” o al “después de”. En los últimos años han irrumpido madres ganadoras, grandes estrellas del deporte que, con su poderosa imagen, contribuyen al progreso hacia la verdadera naturalidad y cimientan el futuro de las mujeres.


Se me ocurren la velocista jamaicana Shelly-Ann Fraser, que ganó tres títulos mundiales y  dos medallas olímpicas en Tokio 2020 como ‘Mamá Cohete’; la estadounidense Serena Williams, la GOAT del tenis moderno que levantó su último Grand Slam —el Open de Australia en 2017— estando embarazada, pero no volvió a conquistar otro tras dar a luz, o la gallega Ana Peleteiro, doble campeona de Europa y también dos veces medallista de bronce Mundial de triple salto tras alumbrar a su hija Lúa.


En el fútbol destacan los ejemplos de Alex Morgan, que se ha paseado con su hija por ruedas de prensa o entrevistas postpartido, Katrina Gorry, cuyo fichaje por el West Ham fue anunciado junto a su hija, o Melanie Leupolz, que viajó con su hijo y una niñera al último Mundial. Marta Corredera vivió el otro lado de la moneda: denunció la falta de ayudas del Real Madrid durante el embarazo y nunca volvió a jugar al fútbol.


Alharilla regresó a los terrenos de juego y Peke ya se entrena con el Athletic. El club vasco anunció la maternidad de la exdeportivista mediante un aséptico comunicado y con discreción durante todo el proceso. Normalidad y visibilidad. El Real Club Deportivo publicó a bombo y platillo dos vídeos, un comunicado en el que la capitana desvela su embarazo y otro en el vestuario con sus compañeras. Hay de todo: música sensiblera, lágrimas y sonrisas.


Entiendo la potencia que tiene una imagen en estos tiempos y defiendo la importancia de regularizar la maternidad en el deporte. No me gusta que se trate como algo excepcional ni la necesidad de orquestar un contenido alrededor de un tema que debería ser ordinario, aunque por desgracia no lo sea. Me sobra ese tono empalagoso y tengo la sospecha de que el club aprovecha para colgarse una medalla, cuando solo cumple con su deber. La normalidad, a veces, es embarazosa.

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