A la fase regular del torneo liguero de la Primera RFEF le faltan once jornadas para llegar a su término y algunas voces consideran que el Real Club Deportivo todavía no le ha cogido el pulso a la competición.

Esta circunstancia preocupa a una afición que vio el pasado domingo como el plantel entrenado por Óscar Cano sumó su octavo encuentro consecutivo sin perder tras empatar en Riazor ante el Castilla. A pesar de ello, las dudas se han instalado en el seguidor blanquiazul, que se pregunta con recelo si al final se logrará el objetivo marcado, regresar al fútbol profesional.

Los resultados del RCD en sus últimos partidos le han permitido pasar de una situación alarmante en la jornada quince, a diez puntos de lo más alto, y ahora, tras veintisiete encuentros, contabilizar cincuenta y uno y estar a dos de la cabeza, lo que le hace depender de sí mismo para terminar en el primer puesto. No obstante la impresión generalizada es que el equipo juega con el freno de mano levantado al pesar más el miedo a perder que la ambición a ganar.