Los calendarios y los horarios de la competición de Primera División han provocado un nuevo enfrentamiento entre Tebas y Rubiales. Ya viene siendo un clásico del fútbol español este choque entre dos que se creen “dirigentes estrella” y que hacen la guerra por su cuenta, para mayor brillo suyo. Lo que representan los organismos que presiden queda siempre en segundo plano porque la propia figura está por delante de cualquier cosa.
Todo viene de la Supercopa árabe (que ganó, por cierto, el Real Madrid, que no había sido campeón ni de la Liga ni de la Copa el año anterior, contradiciendo la filosofía inicial de la competición), que pilló en fuera de juego a Rubiales, porque tuvo que “dirigir” todo el follón provocado por el “derby” sevillano desde Riad. Hablan, los que siguen más de cerca al personaje, que a altas horas de la madrugada seguían las comunicaciones abiertas para cumplir con los deseos/caprichos del mandamás, que tenía que haber estado en su sitio y no de turismo.
Se juegan partidos de Liga y de Copa mezclados, con lo cual se ha provocado algún que otro cruce de fechas que ha traído un nuevo lío. Y, por si fuera poco, ahora resulta que durante las fechas señaladas para los cuartos de final de la Copa del Rey, hay eliminatorias sudamericanas, con lo que algunos jugadores deberán dejar sus futbolistas a las correspondientes selecciones. Y eso tampoco lo habían previsto Rubiales y sus chicos. Pero es que, además, ha ocurrido otro hecho inaudito durante la celebración aplazada de la jornada 21 de la Liga, de la que todavía hay tres partidos por disputar. Resulta que, por primera vez en la historia, un árbitro ha dirigido dos partidos de una misma jornada. Se trata del riojano Soto Grado, uno de los colegiados más mimados por el Comité Técnico. Pitó en diciembre el Athletic-Real Madrid, adelantado a su fecha, y ahora lo ha vuelto a hacer con el Valencia-Sevilla, pocos días atrás. Sólo por esto Medina Cantalejo ya ha pasado a la historia del arbitraje nacional.
Soto Grado es un árbitro normalito pero sus jefes le deben de haber observado grandes cualidades con el silbato. Lo designaron para pitar la final de la Supercopa árabe y le han dado varios compromisos importantes. Está en Primera División desde la temporada 2019-20 y ya esta misma campaña ha obtenido la escarapela de la FIFA como árbitro internacional. Una carrera meteórica.
En fin, con tanto lío entre Federación y Liga –con vuelta a las declaraciones enfrentadas- no nos sorprendería cualquier otro paso en falso de estos dirigentes a los que lo que principalmente les preocupa es el sueldo que ingresan cada mes.