La competencia es feroz en el deporte profesional y ello provoca que no haya respiro en las competiciones programadas. El fútbol, como es lógico, no es ajeno a esta premisa y los partidos duran lo que consideran los árbitros, desde el primer minuto al último, por lo que muchas veces son más de los noventa reglamentarios y en todos se debe estar concentrado para evitar cometer fallos que acarreen un coste elevado ya que a veces no se pueden subsanar.
El Real Club Deportivo disputó ayer en el Ciutat de València ante el Levante su partido de la jornada undécima de la Segunda División. El equipo blanquiazul se vino de vacío al perder ante el granota por 2-1, encajando su quinta derrota de la temporada. A lo dicho se une que es la primera vez en este curso que alcanza las cuatro jornadas consecutivas sin conseguir el triunfo y a ello se añade otra circunstancia preocupante que parece no tener visos de mejora: el RCD ha vuelto a estar por debajo en el luminoso desde el inicio del envite, recibió el primero en el minuto siete, algo más habitual de lo deseado. También sucedió en la derrota contra el Oviedo por 0-1, el gol fue en el cinco. Ante el Granada, en el 17, que concluyó con empate a uno. En el Carlos Belmonte, Quiles batió en el cuatro por primera vez el marco herculino, aunque después el Dépor pasó por encima del Albacete al imponerse por 2-5. La última vez que sucedió este hecho fue el pasado sábado frente al Eldense en el cuatro, en un duelo que finalizó con otra igualada a uno. No es imposible remontar, la victoria ante el Alba lo evidencia, pero ir a remolque es un lastre muy pesado y peligroso.