El Dépor Abanca tiene hoy una buena oportunidad para empezar a mirar hacia posiciones más elevadas de la clasificación. El duelo entre el penúltimo (el equipo blanquiazul) y el último (el Valencia) tiene tintes de dramatismo, como suele pasar en este tipo de situaciones. Pero el conjunto coruñés está un poco mejor que su rival. Y puede alcanzar al siguiente de la tabla.
Regresar a la máxima categoría costó mucho esfuerzo en las últimas temporadas. Y ahora, entre las grandes, la travesía está siendo tremendamente complicada. Sobre todo cuando toca alguno de los equipos más fuertes, que dejan poco espacio para la sorpresa. Por eso en días como hoy, cuando se tiene enfrente a un rival directo, es importante conseguir los tres puntos.
No ha de demorarse mucho la primera victoria con Fran Alonso al mando del banquillo herculino. Cuanta más tranquilidad tenga el nuevo entrenador, mejor para el equipo. Hasta ahora, solo ha visto dos derrotas. Que a la vez fueron dos goleadas. Pero muy distinta la una de la otra.
La progresión tiene que continuar. Quizás era mejor que este partido se disputase más adelante, con el equipo más rodado. Pero hay que jugarlo hoy y con el cuchillo entre los dientes. El problema es que el Valencia está todavía más necesitado, sin victorias hasta el momento. Y ahí aparece su mayor peligro.
De todas formas, hay que confiar en estas jugadores que tantas alegrías nos han dado. Una victoria sería un buen alivio antes de encarar el parón navideño. En todo caso, habrá que seguir luchando a lo largo de los próximos meses para conseguir la ansiada permanencia. Después de todo lo que ha costado llegar hasta aquí, salvarse no es una obligación, pero casi.