Con motivo de la incipiente aparición de lo que será la nueva Ley del Deporte español, el protagonismo del máximo responsable del Consejo Superior de Deportes, José María Franco, comienza a tener un enfoque más mediático. En los últimos días viene prodigándose en sucesivas entrevistas a los distintos medios de comunicación, en unas para mostrar su carisma personal y en otras, para analizar las venturas y desventuras del futuro deporte patrio. Si en el anterior número tocaba la inhibición del CSD en el tema de la impugnación de tres clubes de la Liga Santander al acuerdo de Laliga con el fondo de inversión CVC, ahora quiero rescatar su posicionamiento en el canal abierto entre el fútbol profesional y el federado. Franco se mostró preocupado por ver que cada movimiento que se hace, conduce inexorablemente a una resolución judicial. Particularmente me sorprende este posicionamiento, pues entiendo que si se llega a este punto es, evidentemente, por la falta de gestión del propio Ente político, que no se sabe si sube o si baja en cada movimiento que realiza.
Externamente y así lo hice ver en anteriores contactos con ustedes, todos los posicionamientos que se realizan, dan a entender que tanto Laliga como el CSD figuran en los ‘cromos’ con el mismo color de camiseta. Desde que analizo las pugnas suscitadas, nunca aprecié una conducta en contra de la Liga, o mejor dicho, del Sr. Tebas.
Ahora el Sr. Franco nos viene con ánimos de mediador, vendiéndonos un producto de difícil asimilación. Los puntuales acuerdos llevados a cabo por el particular canal televisivo de la Liga, bloquearon los aires de independencia de la gestión pública. Visto lo visto, bien podríamos diseñar un espacio publicitario donde el dúo Tebas-Franco, nos cantasen unas ‘panxoliñas’, quedaría realmente muy natural para estas fechas, políticamente hablando.
Cambio de tercio. A este Deportivo se le podrían abrir cauces paralelos para analizar situaciones puntuales, pero la realidad palpable es que se están viviendo las mejores ‘vibraciones’ de los últimos tiempos. La conexión entre afición y equipo está en un momento álgido y las dos partes viven una comunión de intereses contemplando el mismo objetivo, que no es otro que recuperar la senda de la competición profesional. Días de vino y rosas que deseamos se mantengan en la forma y en el tiempo.
Pero aun así, me veo en la obligación de sacar a colación un punto oscuro. Hace unas fechas un representante de la Confederación de Peñas, exponía que entre ellos y el Club no había la comunicación idónea, que era prácticamente inexistente. Difícil de entender. Espero, por el bien de todos, que desde la ‘Urbana 8’ pongan todos los aditamentos necesarios para que esta situación cambie de inmediato. Siempre le doy protagonismo al dialogo… ‘hablando se entiende la gente’.
Finalizo. De nuevo el Covid está atacándonos duramente, el deporte no podía ser excepción. Ante esto permítanme un ruego, sería fundamental para todos que Fernando Simón no vuelva a anunciar que no habrá una nueva ola pandémica. Mejor estar callado. Cuídense, por ustedes y por todos.
Como siempre un placer. Feliz año 2022