El Deportivo acomete unas obras en Abegondo que acabarán al fin con una de las mayores taras de la ciudad deportiva, la del campo de césped artificial que estaba infrautilizado en los últimos tiempos y por el que el Deportivo se vio envuelto en un crudo litigio con la firma que lo instaló en su día.
No es la única obra que tiene que ver con el tepe y ahí está el desafío de conseguir que la parte umbría del campo no penalice a Fabril o Depor Abanca en el flanco que está más próximo al graderío.
También en el estadio municipal de Riazor hay obras en el verde, que integrará un césped mixto más accesible para renovarlo en caso de que el club blanquiazul decida destinar el estadio a usos que no sean futbolísticos.