El próximo mes de enero se cumplirán cincuenta y seis años del primer encuentro celebrado en el campo federativo de Meicende. Concretamente el domingo veintiuno de enero de 1968 fue el día en que se puso en servicio el primero de los dos campos proyectados por la Federación. Ese día se jugó un solo partido, el que enfrentaba a los equipos del Sin Querer y Galicia Gaiteira, de la liga de Primera División del fútbol modesto, que finalizó con empate a dos goles. Asistió el presidente de la Federación Gallega Cristino Álvarez, acompañado por el secretario general Ramón de Llano y el directivo Basilio Moreira, así como un numeroso público, expectante por ver el nuevo campo.
La situación anterior era muy preocupante, Se sabía que el campo de entrenamiento de Riazor sería ocupado por un nuevo Palacio de los Deportes, y que el viejo campo de La Granja también tenía los días contados. El fútbol modesto se quedaba sin instalaciones y las promesas municipales de habilitar uno en A Torre no acababan de concretarse. Podemos decir que el entonces presidente del Comité de Fútbol Juvenil y Aficionado, Basilio Moreira, acuciado por los clubs modestos y la prensa local, tomó las riendas del asunto y se puso manos a la obra.
Un domingo por la mañana, el citado presidente acompañado de los entusiastas directivos de los modestos Pepe Dalton, del Orzán S. D. y Juan Reiriz Varela, del Galicia Gaiteira, visitaron los terrenos de Meicende. Su propietario, el señor Barreiro, que era también el presidente del Sporting Meicende, accedió a la venta con la condición de que su club pudiera disfrutar del nuevo campo.
En aquella gestión también había intervenido el conocido comentarista Del Valle, -que venía denunciando reiteradamente la falta de campos- y que había acompañado al presidente del Meicende a la Federación, donde se cerró la venta al precio de 180 pesetas el metro cuadrado, cuando al parecer ya se vendían parcelas en aquella zona a mil pesetas el metro cuadrado. Con aquellos terrenos se consiguió hacer dos campos de fútbol, uno de 90 x 55 y otro de 90 x 50, con amplios vestuarios, una grada cubierta y su correspondiente cierre, todo ello con una inversión que alcanzó lo ocho millones de pesetas.
En agosto de 1967, el entonces presidente de la Española José Luis Costa había hecho una visita a las obras, indicando que era el primer proyecto que había aprobado la Federación desde su llegada al cargo. Unos meses después, era el Secretario de la Delegación Nacional de Deportes, Benito Castejón, el que visitaba las obras ya muy avanzadas. Se supone que ambas administraciones financiaron dicha obra.
El conocido como campo pequeño se puso en funcionamiento a finales de abril con partidos de la Liga de Juveniles. Pero la inauguración oficial de estas instalaciones se demoraría hasta el domingo 1 de septiembre, con la disputa de la final del I Torneo de Campeones, entre los equipos del Esteiro ferrolano y el Domayo de Cangas. A dicha inauguración asistió el presidente de la R.F.E.F, José Luis Costa, que también presenció en el Estadio la final de la Copa de la Coruña de aquel año.
Llegamos así al año 91, en el que la Secretaría Xeral para o Deporte, que en ese momento dirigía Augusto César Lendoiro, se implica en la remodelación de varios campos de tierra, para instalar césped artificial, incluyendo a los dos campos de Meicende, a los que se bautiza con los nombres de “Amancio Amaro” y “Luis Suárez”.
Son muchos mis recuerdos personales de estas instalaciones, pero seguramente serán muchos más los futbolistas coruñeses que recuerden con nostalgia sus comienzos en aquel recinto.
