El Portonovo se convirtió en el primer campeón de la Supercopa Galicia tras derrotar en la final disputada en Balaídos al Sofán, que de este modo se quedó con la miel en los labios y no pudo lograr su segundo título en unos meses.
Fue un partido cargado de alternativas, en el que Hugo Soto adelantó en hasta dos ocasiones al Portonovo. Javi Souto y Fita respondieron al 1-0 y al 2-1, pero nadie lo pudo hacer al 3-2 del veterano Dani Abalo, ex del Celta, que dio el título a su equipo a falta de diez minutos para el final.
La final empezó con mucho ritmo. Los dos equipos querían mandar a través de la posesión y dominar al rival. Pese a ello, entró mejor al partido el Portonovo, que primero avisó con un centro desde banda derecha que nadie acertó a rematar y que poco después hizo el 1-0. El conjunto de la provincia de Pontevedra dispuso de una falta en la frontal del área, Hugo Soto asumió la responsabilidad y mandó el balón al fondo de las mallas de una de las porterías del estadio de Balaídos.
No fue uno de esos tantos que acentúan el dominio de un equipo, porque el Sofán encajó bien el golpe y se fue con rabia a por el tanto de la igualada. Y no tardó demasiado en conseguirlo, para alegría de los muchos aficionados carballeses desplazados a Balaídos -se llenaron hasta ocho autobuses-. Un centro desde la derecha fue aprovechado por Javi Souto, el hombre gol del equipo.
Dos tantos más
La primera mitad era trepidante y todavía tenía reservados dos goles más antes de su finalización. Aprovechando un balón muerto por un rechace, Hugo Soto hacía su doblete y volvía a adelantar al Portonovo, pero en el tiempo añadido aparecería Fita para poner el 2-2 y dejar todo por decidir para los segundos cuarenta y cinco minutos.
Volvieron los equipos de vestuarios y los compases iniciales recordaron a los de la primera parte. El Portonovo estaba un poco mejor, y para muestra el lanzamiento a la madera de Hugo Soto, que a punto estuvo de hacer de falta su ‘hat trick’. En el Sofán, Gardu tuvo que entrar en portería en lugar de Brais, debido a un problema físico de este.
Como era de esperar, ambos conjuntos notaron el peso de jugar una final y sobre todo de hacerlo en un escenario de las dimensiones de Balaídos y, con las piernas más cargadas, el ritmo de juego fue disminuyendo poco a poco. La emoción no, porque en cualquier momento podía llegar un gol que, de producirse empezaba a tener color de definitivo.
El Sofán esperaba algo más replegado y el Portonovo tenía el balón en su poder, pero estaban siendo minutos de poco o ningún peligro sobre las porterías, y con la seria posibilidad de una prórroga.
Fue entonces cuando, a falta de diez minutos para el término del encuentro, apareció Dani Abalo para marcar de cabeza en un córner. El ex del Celta, que afronta su tercera temporada en el Portonovo a sus 36 años, lograba el tanto definitivo en un estadio que conoce de maravilla.
En el tramo final el Sofán quemó las naves y dio entrada a más delanteros, pero el marcador ya no se movería más, teniéndose que conformar con el subcampeonato de esta nueva competición.
