Se lo ha tenido que trabajar, pero el Orillamar femenino ha conseguido mantenerse en Segunda Futgal. Las coruñesas acabaron la temporada en el puesto número trece con veinticinco puntos, dos por encima del descenso. Fue un año complicado. Tras el ascenso, el equipo tuvo muchas bajas, escasa pretemporada y pocas horas de entrenamiento. “La vivimos con mucha ilusión, pero también con complicaciones. Fue dura”, explica la capitana, María Orro.
El inicio fue complicado, con siete partidos sin conocer la victoria y siendo capaces de sumar tan solo un punto. “Creo que el problema fue que tuvimos muchísimas bajas al inicio de temporada. Gente que en pretemporada dijo que no podía seguir y hubo que buscar a otras muy rápido”, recuerda Orro. El equipo también tuvo que pasar por un proceso de aclimatación a la nueva plantilla y entrenador, pero, finalmente, todo terminó encajando y el Orilla se acabó salvando. “Costó y siempre tienes el miedo de volver a jugar en Tercera, pero tenemos un grupo muy bueno en el vestuario y la relación con el entrenador fue muy buena. Lo importante es eso, y si podemos ganar y conseguir el objetivo, pues estupendo”.
De cara a la próxima temporada, María Orro y el Orillamar quieren ser un poquito más ambiciosas e ir dando pequeños pasos para crecer en la categoría: “Queremos mantener el mayor número de jugadoras posible para poder tener un objetivo un poquito menos humilde. Ir poquito a poco para que cada vez el objetivo esté algo más arriba”, explica la capitana.
Muchas jugadoras vivieron cambios de posición, bien por necesidad del equipo o por decisión del nuevo cuerpo técnico. Una de ellas fue la propia María Orro. Ella jugaba de central, pero la temporada pasada en Tercera se vio obligada a hacerlo de delantera. El experimento no pudo salir mejor, ya que consiguió marcar diecisiete goles, aunque este año le tocó volver al centro de la defensa. “Este año, por bajas y tal, tuve que volver a jugar de central, que es donde suelo jugar habitualmente. Muy contenta porque sé que es un trabajo sucio, pero siento que aquí es donde ayudo de verdad”, afirma.