Nils Guve (A Coruña, 2003) pasó por Deportivo, Ural y Almeiras antes de plantearse dejar el fútbol porque las lesiones no le daban tregua. Ahora ha recuperado la sonrisa en el Culleredo de Segunda Futgal.
Dicen por ahí que es uno de los mejores jugadores de la Liga. ¿Es así?
No sabría que decirte, eso al fin y al cabo es opinión de cada uno. Yo juego al fútbol por diversión y es en lo que me centro ahora mismo.
Solo estamos en diciembre, pero ya lleva más minutos que en cualquier temporada desde la 2018-19. ¿A qué se debe este dato?
A la pandemia, donde la temporada fue más corta de lo habitual, y también debido a varias lesiones que tuve a lo largo de las temporadas que no me permitieron tener la continuidad que quería.
¿Qué está significando el Culleredo para usted?
Un lugar donde disfruto jugando al fútbol y donde me siento muy agradecido con el trato que me dan, lo paso bien y estoy muy contento con el equipo y el resto de personas que conforman el club.
¿Por qué tomó en su día la decisión de fichar?
Fue algo bastante repentino porque no tenía pensado seguir jugando al fútbol ya que no me paraba de lesionar en aquel entonces. Era salir de una lesión y entrar en otra. Todo se dio gracias a un amigo que juega aquí y me dijo que si quería seguir jugando y tener un equipo con buen ambiente, en el Culleredo tenía un hueco.
¿Cómo le fue en su larga etapa como canterano del Dépor?
Fue larga como para definirla en pocas palabras. Al fin y al cabo son diez años, pero tengo un buen recuerdo de ella. Vives experiencias muy bonitas que a cualquier niño fanático de este deporte le gustaría, torneos por España y en el extranjero, donde nos enfrentábamos contra las mejores canteras tanto del país (Barça, Real Madrid, Villarreal…) como del resto del mundo (Olympique de Lyon, Ajax...). Me quedo también con las amistades que hice durante tantos años. Con algunas sigo teniendo relación fuera del fútbol.
¿Qué se aprende en un club así para lo bueno y para lo malo?
Pues desde muy pequeño te enseñan a ser disciplinado, siempre había que dar una buena imagen del club en cualquier lado. Por otro lado, hay un ambiente muy competitivo en el vestuario que cada uno tiene que saber llevar.
¿Cómo es el día que se tiene que marchar?
A pesar de decidir mi marcha, fue bastante duro irse del club y la ciudad deportiva que me vio crecer. No es algo fácil, pero tomé la decisión teniéndolo muy claro, ya que lo había pensado bastante.
¿En qué posición suele jugar y cuál es la que más le gusta?
Estos últimos años he jugado casi siempre caído más a banda, de extremo izquierdo, aunque en mi inicios siempre tendía a jugar de interior. Si me preguntas ahora prefiero jugar en la banda, pero con libertad para meterme por dentro.
¿Cuál es su sello distintivo y qué debe mejorar?
Mi sello distintivo es mi regate, el uno contra uno, creo que tengo facilidad para ello. Donde tengo mayor margen de mejora es en cualquier aspecto defensivo, siempre pequé de no ser bueno en esas labores.
Van duodécimos. ¿Qué objetivo se marcan de aquí al final?
Ahora mismo tenemos en mente poder implantar nuestro modelo de juego contra cualquier rival de la Liga, estamos trabajando en ello y creo que somos completamente capaces de hacerlo.