Al término de la quinta jornada, la sensación era que el Montañeros, entonces con cuatro puntos, estaba obteniendo menos premio del que merecía en sus partidos. La victoria llegó por fin hace unos días, con un contundente 1-4 frente a la Residencia, pero los datos de ‘xG’ (expected goals en inglés; goles esperados en castellano), una herramienta que utiliza el cuerpo técnico encabezado por el entrenador Jairo Arias, muestran que efectivamente en los tres partidos previos el equipo debió ganar.
El término de justicia siempre es discutible en el fútbol, ya que por muy claras que sean las ocasiones, a la hora de que acaben dentro influye tanto la pericia de atacante y defensor, como la fortuna. Por tanto, el de los ‘xG’ es un recurso cuya validez radica en ver si se está siguiendo una línea que, de mantenerse, debería derivar en buenos o malos resultados, dependiendo de la tendencia que esté mostrando.
En los dos primeros partidos, no hubo mucha diferencia entre el resultado real del Montañeros y el esperado. Quizá en el debut mereció perder ante el Noia y consiguió lograr un punto, puesto que la tecnología muestra que los coruñeses terminaron el partido con 1,16 goles esperados y el conjunto dirigido por Iván Carril, en estos momentos líder de Preferente Norte, finalizó con 1,95.
Una semana después, la derrota en el Arturo Pereiro fue inapelable (1-4). Los ‘xG’ de ese partido fueron 1,35 para el Monta y 2,62 para el Castro.
Las sensaciones ante el Noia no habían sido del todo malas, y a eso se agarraba el Montañeros en su vuelta a jugar como local, en esta ocasión en San Pedro de Visma. El equipo cuajó una muy buena primera mitad ante As Pontes, con un papel destacado del delantero Pape Gaye, y aunque en la segunda no encontró la forma de desordenar al equipo de Pepe Mariño, los goles esperados (2,63 y 0,28, respectivamente) difieren con el resultado real, que fue de 1-1.
En la cuarta jornada, el Manuel Ángel Cortizo acogió el Lalín-Montañeros, un partido más igualado que el anterior, pero en el que el Montañeros hizo algún mérito más para llevarse los tres puntos. Hugo García adelantó a los locales, que terminaron con un ‘xG’ de 0,82, y Borja Fernández igualó en el minuto setenta. El Monta, pese a terminar con 1,54 goles esperados, seguía sin vencer.
Ante el Cidade de Ribeira, y en casa, el conjunto coruñés volvió a tener una oportunidad de quitarse la presión de no haber ganado, pero no hubo manera de anotar pese a los doce disparos que realizó el equipo. Aunque el rival hizo diez, los goles esperados muestran que los del Montañeros, que terminó con 2,01, fueron en posiciones más peligrosas que los de un Ribeira que acabó con 0,41.
Finalmente, como si de una deuda se tratase, el fútbol le 'pagó' al Montañeros en la sexta jornada, en la que fue acreedor del triunfo (1,51 ‘xG’ la Residencia; 2,67 los de Arias), pero la diferencia en el marcador fue mayor a la mostrada por la teconología (1-4).
Según este recurso, en la tercera jornada el Montañeros mereció vencer por dos o tres goles a As Pontes. Lo mejor del equipo de Jairo Arias en dicho partido llegó en la primera parte, con Pape inmerso en todas las ocasiones.
El triunfo se volvió a resistir en una cuarta jornada en la que la producción ofensiva fue menor, pero en la que el Montañeros creó más peligro que el Lalín. Los pontevedreses lograron un tanto con 0,82 goles esperados.
De vuelta a San Pedro de Visma y frente al Cidade de Ribeira, la portería del Montañeros quedó esta vez merecidamente a cero, pero las muchas ocasiones (2,01 goles esperados) no se tradujeron en tantos reales.
Contra la Residencia, el equipo continuó su buena línea y por fin destapó el potencial ofensivo. El resultado (1-4) fue más abultado de lo debido según los goles esperados, pero si alguien mereció el triunfo, ese fue el Monta.