Óscar Gilsanz, entrenador del Fabril, valoró el primer partido de la temporada de su equipo, que consiguió un empate (2-2) en el campo del Real Avilés. “La sensación es de que hemos competido muy bien contra un rival de los llamados a pelear por el primer puesto y hemos estado cerca de ganar, aunque también cometimos errores que nos podían alejarnos de puntuar. Tenemos que corregir ciertas cosas que nos hicieron encajar o conceder alguna ocasión de gol”.
El Fabril encajó de una forma en la que muy pocas veces recibió gol la temporada pasada, en un córner muy mal defendido. “Por eso decía que hemos cometido errores que hay que tratar de corregir y trabajaremos para ello. Somos un equipo que la temporada en otra categoría, es cierto, éramos bastante fiables en la defensa del balón parado y por ahí tenemos que seguir porque en el fútbol, hoy en día, muchos partidos se abren por ese tipo de situaciones”, explica el entrenador del Fabril.
Sobre el papel, puntuar en el campo del Avilés, que fue subcampeón la temporada pasada, es un buen punto, pero el Fabril estuvo muy cerca de conseguir los tres. “Hablar, a priori, de un punto en Avilés es bueno y así lo tenemos que valorar, pero también es cierto que, sobre todo los últimos 20 minutos, tuvimos varias transiciones donde incluso en su superioridad numérica pudimos haber hecho algún gol, pero los partidos a veces tienen estas cosas. En la primera parte concedimos varias ocasiones de gol al rival y, en cambio, al final estuvimos más cerca de la victoria nosotros. Debemos estar contentos con lo que hemos conseguido, que es un punto, y tratar de pelear por los tres el próximo domingo”.
Hubo varias jugadas polémicas en el partido, pero por encima de todas dos: la posible mano fuera del área del portero del Avilés en una jugada de Ochoa y el penalti en una falta que pudo ser fuera del área. “No me gusta mucho hablar de las acciones de los árbitros y, viéndolas en directo, ninguna me pareció clara y tengo en cuenta la dificultad de decidir en segundos. No quiero valorar esto, aunque posiblemente seamos los perjudicados, pero habrá otras acciones en sentido contrario por eso no me gusta valorar las decisiones de los árbitros”.
El del pasado domingo en el Román Suárez Puerta fue el primer partido de Óscar Gilsanz en Segunda Federación. “Fue especial para mí y para muchos de los jugadores porque no deja de ser un debut. Quien debuta en una categoría, siempre tiene esa inquietud de subir un escalón pero, al final, en los partidos se disputan en terrenos de juego similares, once contra once también, hay las mismas dificultades y necesitan y requieren de la misma concentración y una vez que empieza a rodar el balón ya no te das cuenta”.
Óscar no es un entrenador de hacer muchos cambios en el descanso, pero contra el Avilés retiró a Tim para meter a Castillo, que marcó en el primer minuto de la segunda parte. “Fue un cambio por unos ajustes tácticos que queríamos hacer en defensa, sobre todo porque Davo que nos estaba creando muchos problemas y fue un cambio para mejorar tácticamente a nivel colectivo”.
De los once titulares ante el Avilés, nueve estaban en el Deportivo la temporada pasada entre Fabril y Juvenil A. Las caras nuevas, Santamaría y Marotías. “Buscamos una continuidad en la confección de la plantilla, creemos que es necesario dar un paso más con los jugadores trabajados en Abegondo porque el trabajo está siendo muy bueno desde las categorías más bajas y una vez que eliges el once, ya no pienses en eso sino en elegir a los mejores de los 22 disponibles que crees que nos pueden hacer ganar el partido”.
¿Se ha adaptado el Fabril mejor a la categoría de lo que podría esperar su entrenador? “Un partido es poco todavía para teorías y debemos hacer un esfuerzo mayor en todos los aspectos y en ese sentido estamos trabajando para que nos adaptemos cuanto antes, sobre todo en las disputas, en el ritmo del juego y en ser capaces de conceder menos al rival porque seguramente con menos te harán menos daño. Vamos en ese camino pero es pronto todavía”.
¿Cambia la forma de preparar los partidos en Segunda Federación respecto a Tercera? “No, la forma de preparar los partidos metodológicamente es exactamente la misma que teníamos el año pasado dentro en el cuerpo técnico. No cambiamos absolutamente nada. Lo que cambian son los rivales y los matices de los partidos, muchas veces, pueden ser diferentes, pero a la hora de preparar el partido no nos cambia absolutamente nada”.
El domingo, el Fabril se enfrenta al primer filial. “Es un grupo joven como nosotros, que también tiene jugadores entrenando con el primer equipo y en ese sentido sí que será algo más cercano a la realidad que tenemos nosotros, pero en cuanto a la facilidad o la dificultad de los partidos, no creo que por encontrarnos a una plantilla joven como la nuestra, que sea más o menos sencillo. Las dificultades vienen dadas seguramente por la calidad del rival, por cómo se estructura, por cómo juega, por dónde hay que robar el balón, por dónde hay que atacar. Esas son las dificultades que cada domingo intentaremos igualar o superar”.
Tres teóricos favoritos como Pontevedra, Compostela y Avilés no ganaron en la primera jornada. “Esta categoría, como casi todas, es muy igualada. Hablaba con un entrenador de la misma categoría que lleva años entrenando en Segunda Federación y me decía que no hay ni un solo equipo malo, que todos son buenos, todos tienen armas y todos son capaces de ganar en cualquier campo. Eso es lo que nos esperamos. Hay máxima igualdad en cada partido. La clasificación, al final, va a indicar las dificultades de los partidos. Todos los equipos tenemos armas, todos los equipos tenemos maneras de hacer daño al rival y la primera jornada ya se ha visto una muestra de que las dificultades son grandes para todos”.