Dos finales, mismos apellidos: Ponce de León Sufuentes
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Dos finales, mismos apellidos: Ponce de León Sufuentes

Claudia e Izan, hermanos y jugadores de Pastoriza y Montañeros, lucharán por el título este martes
Dos finales, mismos apellidos: Ponce de León Sufuentes
Los hermanos Claudia (i) e Izan (d) Ponce de León Sufuentes posan en la pasarela del estadio de Riazor | PEDRO PUIG

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Ponce de León Sufuentes. Dos hermanos que estarán presentes en la ficha técnica del Victoria-Pastoriza, pero también en la del Sporting Meicende-Montañeros. Una familia que, en consecuencia, vivirá con doble ilusión el día de finales de la Copa de A Coruña


La más pequeña es Claudia, que a sus 16 años sigue una gran progresión y esta temporada ha tenido tiempo para probarse en Tercera Federación con el Bergantiños y ser pieza clave en un Pastoriza que, más allá de sorprender llegando a la final de Copa, ha logrado el ascenso a Primera Gallega. El mayor, Izan, tiene 20 y, con más de 1.500 minutos de juego, ha aportado su grano de arena para el título de Preferente del Montañeros. 


Sin contar la pequeña etapa de Claudia en Carballo, ambos llevan ya unos años en sus respectivos clubes, donde han completado una formación que se inició en Meicende con las típicas ‘pachangas’. “Jugábamos bastante juntos, aunque a veces se enfadaba porque le decía que no podía venir. Ella quería jugar con nosotros, pero alguno le sacaba diez años. Aun así, se notaba que le gustaba y tenía buen disparo”, relata Izan, que formó parte del equipo de su localidad y del Orillamar antes del Monta.


Para su hermana, la opción iba a llegar a los 12 años por iniciativa de su padre. “Dijo: ‘¿por qué no pruebas en un equipo?’ Y un día que venía de jugar, por sorpresa, mi madre me dijo que me cambiara, que iba a entrenar. Fue sorpresa por mi cumple”, explica Claudia.


Ambos son centrales —ella puede jugar también en el centro del campo— y, quizá por ello, comparten referente: “De pequeña me encantaba Sergio Ramos porque era el favorito de mi hermano. Lo veía jugar y quería ser como él.


Pasaron los años y llegó esta edición de la Copa de A Coruña. El Montañeros estaba en las quinielas, pero el Pastoriza debió superar a equipos de categoría superior como el Atlético San Pedro en la semifinal. “Fui a verla con mi primo. Llegamos justo cuando metió el gol del empate. Y después marcó en los penaltis. En ese momento pensé: tenemos que estar los dos en la final, sí o sí", cuenta Izan, que jugaba dos días después su propia ‘semi’ en A Grela ante el Victoria.


Uno de los detalles que más satisface a Claudia es que en las eliminatorias contra Orzán y Atlético San Pedro fueron quién de enganchar al público. “Nunca había visto a tanta gente yendo a vernos”, apunta.


Reconocen que el equipo de sus amores es el Real Madrid, pero la ilusión de jugar en Riazor es máxima. “Con ponerme las botas y tocar dos pelotas ahí dentro, ya estoy más que feliz. Es un premio enorme. Y encima, que juegue Claudia también... Eso ya no tiene comparación”, recalca Izan.


En la misma línea se expresa ella, que tiene la ilusión de llegar lo más alto posible. “Yo, con estar dentro, ya soy feliz. Pero encima voy con mi hermano, los dos en la misma final… eso no pasa todos los días. Y si ganamos los dos, ya sería increíble”, sueña.

 

Orgullosos

Y si ellos saben que se trata de un día para recordar, sus padres Rubén y Mónica, naturales de Cádiz y Lugo, respectivamente, saborean más aún el momento si cabe. “Riazor es un estadio emblemático y ver a nuestros hijos jugando allí nos emociona y nos sentimos muy orgullosos de ellos. Han trabajado duro siguiendo sus pasiones y esta final es el momento para celebrar su dedicación, esfuerzo y pasión por el fútbol”, indican.


Dedicación, esfuerzo, disciplina, trabajo en equipo o no rendirse son algunas de las virtudes que ven en ambos. “Individualmente, de Izan destacamos su seriedad y su sangre fría en el campo; y de Claudia su determinación y fuerza”, añaden los padres.


Con respecto al camino recorrido en esta Copa, eligen sus momentos favoritos: “De Izan, el partido contra el Orilla por ser la primera vez que jugaba contra su exequipo; y de Claudia esa eliminatoria que casi se daba por perdida contra el Orzán, un equipo que quedó campeón en Primera”.


¿Firman que gane uno de los dos? Ni en sueños. “Vamos a por todas. Que jueguen sin presión, que no se lesionen y que disfruten el momento”.

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