Diego Armando: “Se me van a pasar por la cabeza muchos momentos; ha sido muy intenso”
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Diego Armando: “Se me van a pasar por la cabeza muchos momentos; ha sido muy intenso”

Diego Armando: “Se me van a pasar por la cabeza muchos momentos; ha sido muy intenso”
Diego Armando García, entrenador del Paiosaco, en uno de sus últimos entrenamientos en A Porta Santa | MAR CASAL

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Diego Armando García vive sus últimos días en A Porta Santa. Aunque las sesiones de entrenamiento seguirán la próxima semana para preparar los cuartos de final de la Copa de A Coruña, es seguro que mañana dirigirá su último partido en un campo en el que ha disfrutado y sufrido en los últimos cuatro años.


“Siento ya algo especial cuando entro al vestuario o preparo un entrenamiento. En dos de esos cuatro años estuve en A Porta Santa cuatro o cinco días a la semana, lo cual es mucho... También siento un poco más de cercanía o de confidencialidad con ciertos jugadores, que te dan un abrazo más de lo habitual”, explica el entrenador.


“Va a ser especial cuando pite el árbitro el final. Se me van a pasar por la cabeza muchos momentos y conforme me vaya alejando del banquillo voy a tratar de quedarme con todo, memorizar y recordar. Han sido cuatro años muy intensos. He estado muy frustrado, me he llevado muchísimas alegrías...”, añade Diego sobre el duelo que está por venir ante el Cidade de Ribeira. 


Con respecto a como cree que le despedirá la grada, detalla como ha vivido la relación con la misma. “A veces se me ha gritado y abucheado, y otras, en un ascenso o un partido que nos ha dado la vida, ha saltado gente desde la grada para abrazarme. Es que es fútbol… Es una afición que lo vive de una manera muy pasional, que en los años de Tercera Federación ha tenido un bus contratado para viajar. Espero que me recuerden como un entrenador que lo dio absolutamente todo, que cada derrota le dolió mucho y la sufrió como el que más, y que trabajó mucho para dar alegrías”, asegura.


La frase más escuchada cuando las cosas no iban bien es “vai para A Coruña” (risas). Era muy habitual. Son situaciones muy puntuales, porque la mayoría de la gente nos ha valorado siempre. Niños que se querían sacar una foto, aficionados que felicitaban... La relación es muy cercana, porque es una afición muy muy cariñosa. Muy dura en los momentos malos, pero muy buena en los momentos buenos”, agrega.

 

Mejor y peor momento

Es momento de hacer balance y no duda a la hora de elegir su mejor momento en Paiosaco. “El día del ascenso. No se nos daba como candidatos, hicimos cuatro meses espectaculares y lo logramos en la penúltima jornada. Fue un momento de felicidad, quizá el mejor para mí a nivel deportivo. Hubo una gran comunión con la grada y estuvo mi familia en ese partido, que casi nunca suele ir”, indica.


Con respecto al peor, hace un matiz: “No te diría el año del descenso, porque el equipo competía de una manera fantástica, incluso aunque perdiera. Hacer 78 puntos en dos años... que venga otro y lo haga otra vez, diría. Es algo tremendo, complicado de repetir. Así que, como peor momento, diría esos en los que me sentí frustrado como entrenador por no haber sacado el rendimiento que se le podía haber sacado a esta plantilla”.


Esa respuesta lleva implícito cierto mal sabor de boca por este curso, pero lo ha podido enderezar. “No puedo sacar pecho de este último año, sobre todo por la primera vuelta que ha sido mala, pero creo que en general hemos tenido los mejores resultados de la historia del club. Obviamente, gracias a la aportación de mis jugadores, con una comunión difícil de repetir”, resume.


Les queda la Copa, donde jugarán los cuartos de final el próximo domingo contra el Carral. “Ganarla sería el mejor cierre posible a una etapa. Si somos competitivos como últimamente, lo veo totalmente posible. Al menos de jugar la final en Riazor. Y si no lo conseguimos, igualmente orgullosos de la etapa, pero sería el cierre perfecto”, recalca.


Por último, habla de su relación con la directiva y de como se han mantenido de la mano esta temporada. “Hubo una reunión cumbre en la que se nos preguntó acerca de nuestra capacidad en febrero. Sobre si éramos capaces de sacarlo. Dijimos que sí, pero que si no nos veían capaces, que nos echaran. A partir de ahí mejoramos, por lo que a lo mejor era algo que necesitábamos nosotros y la plantilla para cambiar la dinámica. No ha habido ningún problema. Todo lo que ha pasado es natural, llega un momento en el que notas que hay que cambiar y es natural”, finaliza. 

 

Las cifras

Diego Armando García ha superado ampliamente la barrera de los cien partidos con el Paiosaco. En total, acumula 57 victorias, 32 empates y 43 derrotas con el equipo verdiblanco.


Centrando el análisis en A Porta Santa, ha cosechado 28 victorias, 18 empates y 18 derrotas ante su público, con rachas destacadas como los cinco triunfos de la fase decisiva por el ascenso a Tercera Federación en la campaña 2021-22.


A continuación tuvo la tarea de comandar al equipo en Tercera Federación, donde logró la permanencia con un undécimo puesto en el curso 2022-23 y terminó cayendo hace doce meses pese a terminar con 41 puntos, una cifra que suele ser siempre sinónimo de éxito en una Liga de 18 equipos.


No fue así, por lo que debió bajar un escalón y la primera vuelta de esta temporada en Preferente fue decepcionante. Pese a la reacción, no llegó a tiempo para colarse en el playoff, pero hay un dato que resulta halagüeño de cara a las rondas finales de la Copa de A Coruña: solo dos derrotas en los últimos once partidos.

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