Poco más se puede pedir para una eliminatoria: a partido único, sin posibilidad de pensar en un partido de vuelta, con una grada llena hasta la bandera, con un 0-2 al descanso que el equipo local consigue levantar en una segunda parte memorable. Todo eso y más sucedió en el Deportivo-Atlético.
Fue una de las decisiones más difíciles de tomar para Manuel Pablo y así lo reconoció en rueda de prensa. El míster canario del Juvenil A blanquiazul dejó en el banquillo al delantero y máximo goleador de su equipo: Kevin Sánchez. ¿Por qué? Porque para la eliminatoria contra el Atlético contaba con un refuerzo de lujo, el del fabrilista Martín Ochoa. ¿Podría haberle buscado hueco a Kevin en una de las dos bandas? Tal vez, pero el técnico deportivista quiso mantener a Hugo Villaverde en la izquierda y a Mardones en la derecha. En la medular jugaron los esperados: Carlos de pivote con Baldomar y Diego de interiores. En la línea defensiva, los centrales fueron Vilela y Seydi; y los laterales Quique y Berrocal. En la elección del portero –Lemos– tampoco hubo sorpresas.
Como si de un partido de liga se tratase, en la preparación del encuentro de octavos de final de la Copa del Rey también hubo información del rival en los entrenamientos previos. El Deportivo conocía la estructura del Atlético y sabía que su salida de balón suele ser casi siempre en corto. Para tratar de combatir al conjunto de Fernando Torres y buscar hacerle daño, Manuel Pablo optó por una presión asfixiante adelantando todas sus líneas cada vez que el portero rival sacaba de puerta. La idea defensiva del Depor provocó varios fallos del Atleti en la elaboración pero también permitió que, cada vez que había errores a la hora de ajustar en la presión alta, la escuadra colchonera encontrase muchos metros en la espalda de la línea defensiva local para poder correr.
Esos errores del Deportivo en la presión, como llegar medio segundo tarde o el despiste de un solo jugador, unidos a la alta capacidad técnica de los futbolistas del Atlético permitió al conjunto madrileño crear ocasiones claras en el primer tramo de encuentro. Aunque el juego se desarrollaba más tiempo en la parcela de campo del Atleti, las situaciones de gol más importante de la primera media hora ocurrieron en el área de Hugo Lemos. La primera llegó antes del minuto 5 por una falta de entendimiento entre Vilela y Seydi, la segunda fue de Niño en un mano a mano que falló con un lanzamiento alto con la zurda. La tercera obligó a intervenir a Lemos con un paradón a cabezazo de Abde. La cuarta, previa al 0-1, también de Abde tras una impresionante carrera de Santamaría por la derecha haciendo pupa a Berrocal.
El Depor solo había tenido una en el 17, un balón suelto en el área que Martín cruzó en exceso. El Atlético impuso la lógica en el minuto 31 anotando el 0-1. Berrocal había cerrado demasiado y la línea defensiva blanquiazul estaba muy alta y desprotegida. Javichu metió un pase en profundidad para Santamaría y este, cuando se aproximó a la línea de fondo, hizo una entrega atrás para Niño, al que le bastó un contacto para mandar la bola a la red. Tres minutos después llegó el 0-1 en un penalti de Vilela a Abde tras un error previo de Seydi. Niño no falló.
No pasó demasiado en los minutos restantes del primer tiempo después del 0-2, pero el partido cambió totalmente tras el paso por vestuarios. Manuel Pablo confesó en rueda de prensa que no hubo bronca. Con el inicio del segundo acto también se descubrió que no habría revolución en el campo ni con cambios ni con variaciones tácticas. El Depor mantuvo el mismo 1-4-3-3 y a los mismos once futbolistas que habían iniciado el encuentro, pero la actitud, la decisión y la convicción fueron otras. Diego avisó muy pronto con una falta al larguero. Aunque la eliminatoria seguía muy cuesta arriba, el equipo daba muestra de que, si no tardaba en llegar el 1-2, la remontada sería posible. Y así fue finalmente. El Depor se puso manos a la obra.
Por mucho que las sensaciones a nivel de juego fuesen mejores que en la primera mitad, de poco serviría si no llegaba el gol que abriese el camino de la esperanza. No tardó en llegar. Fue en el cinco del segundo período. Diego pasó a Villaverde en la izquierda y Villaverde a Martín, que controló dentro del área y sacó un tiro con la izquierda que repelió Mestre dejando la bola suelta en el área pequeña. El tempranero gol de Mardones fue clave en la remontada. Diez minutos después, en el 62, el propio Mardones asistía a Martín, que definió con maestría para hacer el 2-2.
Desde el 62 pasó muy poco en las dos áreas. Minuto 70... Minuto 80... No había ocasiones claras y sí respeto entre ambos equipos. Daba la sensación de que la eliminatoria se iría a la prórroga pero, en el 85, surgió la figura de Kevin profundizando por la banda derecha. El eléctrico delantero burgalés aceleró y frenó con la misma intensidad para, desde dentro del área, meter un centro templado al área. La defensa del Atletico no acertó a despejar dejándole la bola suelta a Diego, que orientó con la izquierda y marcó el 3-2 con la derecha.
Por si le faltaban ingredientes al partido, en el 89 Carlos vio la segunda amarilla y el Depor tuvo que defender con diez los últimos seis minutos.