El Orillamar empezó la temporada 2024-25 como un tiro. Once victorias, tres empates y tres derrotas con apenas catorce goles encajados les sirvieron para sumar 36 puntos y proclamarse campeones de invierno del Grupo Uno de la Primera Futgal.
La primera vuelta acabó el doce de enero, con una racha de seis triunfos seguidos para el Orillamar. Desde entonces, tan solo han sido capaz de sumar una victoria más, a la que han añadido una derrota y nueve empates.
“Estamos teniendo dificultades, pero no creo que estemos haciendo mal las cosas”, explica Lucas Novo. Por su parte, sus compañeros Diego Roibás y Pablo Tojo concuerdan en que parte del problema proviene de encontrarse en una dinámica en la que les “cuesta mucho generar y meter el gol”. “En la primera vuelta tuvimos más efectividad de cara a puerta, algo que en esta segunda nos está costando más”, afirma Roibás.
En ese primer tramo de temporada, uno de los puntos fuertes del equipo fue el balón parado, que le dio una gran cantidad de puntos. Sin embargo, los rivales parecen haber encontrado la forma de defenderse de esas acciones ensayadas del Orillamar, ya que no son tan efectivas como en las primeras jornadas de la temporada 2024-25.
A pesar de que el Orillamar no ha dejado de sumar puntos y se mantiene a las puertas de los puestos de playoff de ascenso, la directiva ha tomado la decisión de prescindir del entrenador del primer equipo. Juanjo González fue destituido de su puesto, siendo el director deportivo Iván García (quien ya había dirigido al equipo entre 2016 y 2019) el elegido para sentarse en el banquillo hasta el final de temporada.
Los jugadores se muestran “agradecidos” por el trabajo de Juanjo durante su tiempo al frente del equipo y lo viven como una decisión que no pueden controlar. “Es algo que no esperábamos, llegó un poco de golpe”, reconoce Lucas Novo. “Si llegásemos a conseguir entrar en playoff, y quien sabe si lograr el ascenso, gran parte del mérito sin duda recaería en Juanjo”, afirma Diego Roibás.
A la Primera Futgal le quedan seis jornadas por disputar. Tiempo de sobra para que el Orillamar sea capaz de recuperar el punto que tiene de desventaja en estos momentos con el Relámpago, equipo que ocupa la última posición que da acceso al playoff de ascenso. Además, el próximo jueves se medirán entre ellos en un partido que puede ser definitivo para el devenir de la temporada.
“Tenemos un duelo directo con el Relámpago el jueves que viene. Dependemos de nosotros mismos, así que, posibilidades por supuesto y confianza al 100%”, afirma Pablo Tojo. “Todavía estamos ahí arriba. Aunque parezca que no estamos tirando, tampoco estamos bajando. Soy muy competitivo y siempre me gusta quedar lo más arriba posible”, expresa Lucas Novo.