Alberto Mariano ha asumido una tarea ingrata, conducir al Arzúa en la segunda vuelta en un momento en el que el club tiene más de pie y medio en Preferente. Su inicio ha sido esperanzador, con un empate frente a la Sarriana -que lleva ocho jornadas sin perder- y una derrota por la mínima frente al Arosa -equipo llamado a pelear por el ascenso-.
En la antesala de un fin de semana en el que se enfrentará en O Viso al líder Bergantiños, el técnico atiende a dxt campeón y deja reflexiones interesantes sobre como se forjó su llegada -afronta su segunda etapa- y el momento que vive el club.
¿Estás contento con el desempeño del equipo en tus dos primeros partidos?
Cuando sacas pocos puntos, un entrenador nunca está contento, pero es cierto que hemos competido contra dos equipos muy buenos. No fuimos capaces de puntuar contra el Arosa, que nos meten en una falta lateral en la que se abre la barrera, y son errores muy groseros que explican en parte por qué el equipo está ahí abajo. Contra la Sarriana nos faltaron diez ‘minutitos’ para darle la vuelta al partido. Hay cosas con las que estoy contento. El equipo cuando encaja no se deshace, no pierde estructura, compite hasta donde le da. Sumar un punto en esos dos partidos entra dentro de lo probable, pero uno como entrenador siempre quiere más. Soy consciente de las limitaciones y dificultades que tenemos, pero a mí no me valen las excusas. Tenemos que sacar más puntos y competir mejor.
¿Cómo te encontraste a la plantilla anímicamente?
Es complicado, es complicado. Cuando cesan a un compañero los jugadores son conscientes de que tienen una cuota importante de responsabilidad. Al final se ha quedado sin trabajo una persona que llevaba seis-siete meses trabajando con ellos, por lo que siempre es difícil. Yo por lo que había visto, cada vez que encajaban un gol bajaban la cabeza, los brazos, se daban por vencidos, era como “otra vez...”. Tenía mucho miedo de eso e intentamos hacerles ver que el fútbol te da una nueva oportunidad cada domingo, que el final de temporada no tiene que ser igual que el principio.
Intentamos hacerles ver que el fútbol te da una nueva oportunidad cada domingo
¿Cómo los has motivado?
Intentantamos darles ‘imputs’ para que entendieran que era un momento de cambio en el que podían dar un paso más, competir un poco mejor, y que no eran del nivel que decía la clasificación. Cuando llegué llevaban 6 puntos en 18 partidos, que es un bagaje muy pobre y afecta anímicamente a los futbolistas, al cuerpo técnico, a la afición, a los directivos, etc. Nos metimos en este lío por un compromiso con una directiva que nos había tratado bien y vamos a intentar competir bien, cambiarle un poco la cara al equipo, generar ilusión y terminar bien.
¿Te contactan con el objetivo de preparar la próxima temporada en Preferente o todavía creyendo en la permanencia?
Me contactan un día por la mañana. No tenía claro que fuera bueno para ninguna de las dos partes, porque el equipo para salvarse tiene que hacer números de campeón y a mí no me gusta engañar a nadie. Les comenté esa posibilidad, de buscar a una persona que fuera conociendo la casa y la estructura de cara al año que viene, pero insistieron en lo personal, en que querían a alguien que ya conociera al equipo, porque lo que querían era competir bien en el final de temporada y luego ya veríamos. Al final también tengo que ser agradecido con la gente que me ha tratado bien y ahí estamos, intentando cambiarle la cara al equipo y el año que viene Dios dirá.
¿Cómo se prepara un partido frente al Bergantiños -líder- siendo el colista?
Hay dos formas de verlo. La primera es fácil, no tenemos nada que perder. El Bergantiños es primero por méritos propios, está teniendo un duelo muy bonito con el Gran Peña. Lo vimos la semana pasada, con un partido más propio de Segunda Federación. El Bergantiños lleva 17 partidos sin perder, en algún momento seguramente tuvieron algo de fortuna, pero la suerte siempre sonríe al que está preparado. Tienen muchísismas virtudes, futbolistas de primer nivel. Secho ya se merecía una oportunidad así para mostrar lo que se vislumbraba, un conocimiento del juego profundo. Era un poco más dogmático y ahora tiene más recursos, lo cual habla bien de su evolución. Para nuestros chicos es un escaparate, no tienen mucho que perder, al final siete puntos en veinte partidos no mienten, pero si el equipo da un buen tono tanto en lo individual como en lo colectivo, que es algo que siempre miramos los entrenadores, puede ver otra gente ese partido a posteriori. Tenemos que tener un día magnífico y el Bergantiños malo. Intentaremos que estén incómodos, llevarlos a nuestro terreno. En la medida de lo posible que sus virtudes se vean desfavorecidas. No le vamos a perder la cara ni a este partido ni a la categoría.
Secho se merecía una oportunidad así para mostrar lo que se vislumbraba
¿Qué aspectos del juego estás intentando modificar?
Lo más vistoso es que somos un poco más proactivos en vez de reactivos. Vamos a buscar un ‘poquito’ más al rival. Posiblemente reaccionaban a lo que hacía el rival y es verdad que en algún partido merecieron mucho más y no lo sacaron por circunstancias, pero en bloque bajo no se estaban obteniendo resultados. Por momentos apretamos un poco más alto, y por momentos si lo necesitamos tampoco tenemos problema para defender con mucha profundidad. Lo que sí creo es que sin exponer este equipo no ha demostrado ser muy viable.
En tu último partido frente al Bergantiños ganaste 0-3 con el Estradense. ¿Qué recuerdos guardas de aquel día?
Estuvimos muy bien, sobre todo a partir del segundo gol. Ellos fueron mejores al principio, hasta que marcamos el primero. Nos salió casi todo, ellos venían en una mala dinámica, aprovechamos nuestro momento. Es de esas veces que lo preparas y sale bien, algo que no siempre pasa.
