Ni las firmas recogidas por el Concello de Betanzos, que también aprobó una moción en un pleno especial para mostrarle su apoyo. Ni el respaldo de la Xunta de Galicia, que convocó una rueda de prensa para denunciar la situación y defender el honor de los piragüistas de la comunidad. Ni siquiera la amenaza de medidas legales hecha por su club, el Fluvial de Lugo; ni la posibilidad de mediación del CSD. La Federación Española de Piragüismo no da marcha atrás y Carlos Arévalo no podrá disputar la prueba de K1 200 metros en el Campeonato del Mundo de Milán (Italia) que tendrá lugar del 20 al 24 de agosto. La entidad presidida por Javier Hernanz se mantiene firme en su planteamiento de incompatibilidad con el K4 porque las finales coinciden en la misma sesión pese a que el palista betanceiro, doble medallista olímpico y que fue campeón del mundo en 2022 tanto en el barco individual como en el colectivo, había cumplido con todos los criterios requeridos por la propia Federación.
El lado positivo para Carlos Arévalo es que se confirma la plaza en el K4 500 metros ya que ninguna otra embarcación se inscribió para disputar el selectivo de barcos de equipo que se disputa hoy en el embalse de Verducido (Pontevedra). En un giro también incomprensible, el betanceiro y sus compañeros se vieron obligados a volver a pasar por un nuevo test, el tercero de la temporada tras uno interno y otro internacional en la Copa del Mundo de Szeged (Hungría), además del paso por el Campeonato de Europa, por el cambio de piezas de uno de los integrantes de la formación con la que se consiguió el billete al Mundial. Se bajó Marcus Cooper, uno de los del big four que logró la plata en Tokio y el bronce en París, buscando nuevos retos individuales; se volvió a subir otro de ellos, Rodrigo Germade, que se había caído después de un inicio de curso con problemas de depresión que le impidieron llegar en buenas condiciones a las primeras pruebas de selección. Los dos gallegos, únicos supervivientes de los dos anteriores ciclos olímpicos (tampoco estará Saúl Craviotto), estarán acompañados por Adrián del Río y Álex Graneri.
Miguel García, el gran constructor de los éxitos de los pasados años, ya lleva semanas trabajando con estos cuatro miembros buscando la mejor combinación para llegar al Campeonato del Mundo y buscar el asalto al podio, del que se han caído en las últimas citas internacionales. Van por el buen camino y habrá cambios significativos, como que el coruñés pasará de la segunda a la tercera plaza en el barco, con Adrián del Río manteniendo la marca, Álex Graneri segundo, el betanceiro detrás y cuarto, Germade. García tocó las teclas y el cohete alcanza la velocidad buscada.
Carlos Arévalo había sido muy crítico con la gestión del K4 después del Campeonato de Europa en el que España solo pudo ser cuarta (mientras él se colgó el bronce en K1 200, aunque en este caso las dos pruebas estaban programadas en días diferentes). El de Betanzos creía que desde el momento en el que Cooper anunció su intención de no estar en el K4 lo primordial hubiese sido seguir las instrucciones del técnico y montar ya un nuevo barco con el que preparar tanto la cita continental como la mundial. Sin embargo, la Federación obligó a Cooper a mantenerse en la tripulación hasta después del Europeo, ralentizando la preparación del Mundial, además de obligándoles a pasar por un nuevo selectivo, solo veinte días antes de la gran cita. Al final, al no haber otros aspirantes, la plaza se les asigna sin la obligación de tener que remar una nueva prueba.
La plaza del K1 200 metros saldrá del Campeonato de España, que se disputará en el mismo escenario que el selectivo, pero desde el viernes hasta el domingo. El principal favorito es Carlos Garrote, que también fue campeón del mundo en esta distancia, pero ya en 2018, cuando hizo doblete con el Europeo, pero que tanto en el selectivo interno como en la Copa del Mundo de Szeged, las dos pruebas que se iban a tener en cuenta según los criterios de selección, fue superado claramente por Arévalo.
Esto era precisamente uno de sus argumentos en la lucha por mantener su puesto, ya que con un bronce tanto en la cita en Hungría como en la del Europeo había demostrado tanto sus posibilidades de estar en el podio y su capacidad para doblar por un lado y por otro, ser sobradamente el mejor representante nacional para esta prueba que siempre ha sido una de sus especialidades (también fue diploma olímpico en Tokio). Garrote fue segundo en el selectivo, pero en la Copa del Mundo no consiguió meterse ni en la final A con un tiempo un segundo más lento que el firmado por el palista coruñés.
Carlos Arévalo no competirá ni en K1 ni en K2 en el Campeonato de España, pero sí aparece entre los inscritos en el K4 500 metros con el Fluvial de Lugo, principal favorito al título, y remando junto a Rodrigo Germade (además de Pelayo Roza y Miguel Rouco) como parte de su preparación para el Mundial, aunque justo se encuentran en un momento de mucho volumen de entrenamiento y su rendimiento por lo tanto no puede ser óptimo, ya que está diseñado para estallar dentro de 20 días en Milán.