Acaban de ganar la medalla de plata. Pero ellas ya tenían el oro. Diez mujeres coruñesas supervivientes de cáncer de mama se proclamaron el fin de semana en Trasona (Asturias)subcampeonas de España de piragüismo en la modalidad de barco dragón. Forman parte de la Asociación Bolboretas, nacida en 2021 para ayudar a las pacientes a superar las secuelas de esta enfermedad a través del deporte. “Nuestra medalla ya es juntarnos para salir al mar”, dice Marta Alcalá-Zamora, una de sus representantes. Campeonas en la vida, estrenan su palmarés deportivo en esta incipiente modalidad en auge porque por su trascendencia humana sobrepasa la esfera deportiva.
“Solo hay que vernos salir a entrenar, siempre vamos cantando y pasándolo bien, hacemos fiesta de todo”, continúa. “Siempre debería ser así... pero hemos aprendido que hay que aprovechar cada segundo”, reflexiona. El equipo coruñés, formado en exclusiva por BCS (supervivientes de cáncer de mama en sus siglas en inglés: Breast Cancer Survivors) fue segundo en la categoría PD3 500 metros, cuarta en PD3 200 y en BCS se clasificó para las finales tanto en 500 como en 200. “Esta modalidad hasta este año era más anecdótica pero en este Campeonato de España ya había cerca de 800 palistas. Tenemos una categoría específica y queremos que siga existiendo ya que la Federación quiere que pasemos a categoría de exhibición y nosotras realmente creemos que tiene que mantenerse porque este auge ha sido a las supervivientes”, afirma.
El traumatólogo Rafael Arriza fue uno de los impulsores de esta actividad en A Coruña. “En una estancia en Canadá, estuvo en contacto con los estudios que hablaban de los beneficios de esta modalidad deportiva para las personas supervivientes de cáncer de mama”, recuerda Alcalá-Zamora. “La doctora Julia Rodríguez, de HM Hospitales, juntó un grupo, nos cedieron un barco dragón de 22 plazas y empezamos”, añade. El movimiento que se realiza para dar las paladas en esta actividad facilita la circulación de la sangre, lo que a su vez contribuye a evitar el linfedema, que es una de las principales secuelas de esta enfermedad que daña los ganglios linfáticos de la axila, los encargados de drenar esta acumulación de líquido.
Los beneficios son físicos (algunos tan evidentes como ganar fuerza para la vida rutinaria de las pacientes), pero también psicológicos. “Son los que se notan más rápido”, confirma. “Sabemos que las ayudamos porque a nosotras esto nos ayuda. Las que vienen a probar se enganchan porque hay muy buen ambiente. Nos apoyamos las unas a las otras y nos entendemos. Algunas están todavía en tratamiento y esto les sirve de apoyo psicológico”, indica y enumera otras actividades que llevan a cabo como senderismo y charlas enfocadas a este tipo de patología
La asociación cuenta con 34 socias activas y ha ido creciendo con nuevas embarcaciones con sede en Marina Coruña y con Rodrigo Navarro como entrenador. “La mayor ventaja es que no hay límite de edad ya que al ir en barcos de 12 y de 22, unas compensan a las otras”, anima a nuevas mujeres que quieran unirse a ellas. “Nosotras tenemos desde menores de 40 años hasta los 68. Y gente que hacía deporte y la que no lo había hecho en la vida. Vale para todas”, dice. Incluso hijas de socias se suben al barco para hacer de timón y tambor. Clubes tradicionales de piragüismo ya han empezando a ofrecer el barco dragón entre su oferta de actividades habituales. Tiro con arco y marcha nórdica son otras de las actividades extendidas entre las pacientes de cáncer de mama, el más diagnosticado en el mundo.