César Carballeira y Nil Cervera, como dos niños más en el Campus del Liceo
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César Carballeira y Nil Cervera, como dos niños más en el Campus del Liceo

César Carballeira ejerce de entrenador, junto a Nil Cervera, en el Campus del Liceo - “Si hubiésemos ganado la Liga los niños tendrían un poco más de fiesta, pero lo pasamos bien igual”, dice el coruñés
César Carballeira y Nil Cervera, como dos niños más en el Campus del Liceo
Foto de familia del Campus del Liceo | Patricia G. Fraga

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La pancarta de O Neno do Cole preside la pista de hockey sobre patines del Liceo la Paz desde que César Carballeira se proclamó campeón del mundo, hace ya casi un año. La ve casi todas las semanas, cuando va a entrenar a la cantera verdiblanca. “Y siempre me saca una sonrisa”, reconoce. Ahora, tanto a él como a su compañero Nil Cervera, ese patio también le sirve de refugio después de la decepción de la derrota en la final de la Liga contra el Barça. Ambos ejercen de maestros en el Campus de Verano del Liceo en el que participa medio centenar de niños. “Si hubiésemos ganado la Liga, seguro que tendríamos más fiesta. Pero lo pasamos bien igual”, apunta el cinco. Alguno incluso lleva la camiseta azulgrana. “Esos para atrás en la foto”, bromea. 

 

 

Los más pequeños no tardan ni un día en coger confianza. Al final de la primera jornada una decena se suben sobre Cervera, le tiran del pelo, le achuchan por todos lados. Parece que casi no hay diferencia de edad. A Carballeira le respetan un poco más. “A mí no se atreven a preguntarme, pero sí que le han dicho a Nil que por qué me enfado tanto en los partidos... y los niños son más difíciles de esquivar que los periodistas, hasta que no les contestas no te paran de preguntar”, se ríe el coruñés. La mejor forma de desconectar siguiendo sobre las ruedas. 


“Muchas veces pienso que tengo que tomarme un respiro, pero vengo aquí y me lo paso mejor”, señala. “Aunque yo creo que me lo paso mejor cuando estamos haciendo otros juegos, con el hockey me pongo más serio para que ellos también vean que aparte de un juego también tiene una parte formal. Pero fuera, incluso me pongo a jugar al baloncesto, que no había jugado en mi vida y soy malísimo, pero así conectas mucho con ellos y te hacen también desconectar”, reflexiona Carballeira.

 

Campus Liceo (3)
Campus Liceo 


El tiempo corre que se las pela y O Neno está a poco más de medio año de cambiar de década. Pero no hace tanto que era él el que iba a los Campus. “Iba a los del Liceo y después fui a Vic, a Portugal al de Pedro Alves, y a los de la Federación”, recuerda. “Con lo que más me quedaba era con las amistades, con los compañeros con los que compartías el Campus, porque normalmente siempre entrenabas con los del Liceo y en los Campus era gente de fuera. Yo creo que es el primer contacto que tienes con la realidad del hockey. A estas edades todavía no tienen Campeonatos de España ni sectores e ir a los campus te permite relacionarte con gente de Asturias, de Portugal, con gente de Cataluña... Cuando era pequeño, por ejemplo, me acuerdo de estar con Helder Nunes, con Miguel Rocha... con jugadores que están jugando en la actualidad”, dice.
 

Una experiencia que le ayuda ahora para ponerlo en práctica sobre la pista junto a Nil Cervera y a las otras dos entrenadoras del Campus, Noe Uzal e Isa Barros. “Les intentamos enseñar todo lo que nosotros trabajamos día a día, también nosotros aprendemos cosas nuevas, cosas de la actualidad a las que no estamos acostumbrados. Y la verdad que tanto cuando enseñamos hockey como cuando hacemos otras actividades con ellos, nos lo pasamos muy bien”, admite.

 

Campus Liceo (2)
Campus Liceo 


Muchos de esos niños estaban hace apenas unos días, el pasado viernes, como espectadores y animando en la grada del Palacio de los Deportes de Riazor durante el tercer partido de la final de la Liga contra el Barça. “Te preguntan que cómo pegaste un palo o por qué hubo esa bronca... y se lo intentas explicar de la mejor manera posible”, comenta. Otros le invitan a conversaciones tan complicadas que hasta se ve obligado a consultar con ChatGPT. Más retos que cubrir a Martí Casas o Ignacio Alabart.

 

Resaca liguera


Porque todavía es inevitable seguir dándole vueltas a lo ocurrido en la final de la Liga. “El tercer partido sí que no lo he podido ni ver repetido. En ese sentido sí que quise desconectar y olvidarme ya”, comenta. “Lo peor para nosotros creo que son los 21 goles que encajamos. Está claro que en ese aspecto fueron muy superiores, a nivel de efectividad”, analiza, pero no puede evitar calificar los resultados como injustos: .”No reflejan el juego que hubo, porque para mí sí que hubo igualdad. Es cierto que ellos estuvieron mejor en algunos momentos, pero nosotros también estuvimos mejor en otros. Y creo que nuestros buenos momentos no se vieron respaldados por los goles, que al final es lo que no conseguimos. Tanto allí, en los dos partidos, como aquí, tuvimos muchas ocasiones que no aprovechamos, que también hay que darle mérito al portero rival que al final era el que evitaba esas opciones de gol. Solo queda trabajar, mirar las cosas que se hicieron peor, no mal, sino peor. Y arreglarlas para los próximos encuentros que tengamos, tanto contra ellos como contra el resto”. 

 

 

Ya está pensando en la revancha, aunque puede que su futuro más inmediato no sea de verde, sino de rojo con la selección española. “Ojalá”, dice sobre su posible llamada para el Campeonato de Europa, que será del 1 al 6 de septiembre en Paredes (Portugal). Ya fue campeón continental tanto en 2021 como en 2023. Tendrían que seguir poniéndole pancartas a forma de homenaje en el patio colegial. “En esta pista es donde aprendí todo, donde empecé a patinar, donde crecí viendo a los mayores y donde crecí yo con mis compañeros. Y al final, mira, venir aquí dos o tres días por semana y ver esa pancarta, ese reconocimiento que me hacen el colegio y el club, siempre me saca una sonrisa”.


Pero no se adelanta. Ahora está en el Campus, tanto esta semana como la siguiente. Casi de sol a sol, desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde. A continuación tendrá vacaciones... “Y después que venga lo que tenga que venir”, sentencia Carballeira. Se gira y vuelve al trabajo. Cervera ya ha empezado a explicar el ejercicio. Toca ponerse serios. 

César Carballeira y Nil Cervera, como dos niños más en el Campus del Liceo

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