"A pesar de que me está costando, hay una frase que resume cómo me siento que es "no estés triste porque terminó, sino sonríe porque sucedió", expresa Óscar Gilsanz, trabado por la emoción, mientras se le escapan las lágrimas al final de su alocución. La emotividad del momento supera al técnico de Betanzos, ya exentrenador del Deportivo, justo en los últimos instantes de su despedida en Abegondo, en un acto en el que estuvieron presentes la vicepresidenta del club, Michelle Clemente Escotet, y el consejero delegado, Massimo Benassi.
El acto arranca con un vídeo en el que Gilsanz confiesa su orgullo por haber entrenado al Dépor y valora el trato de la afición blanquiazul".
A continuación, se encienden las luces, el betanceiro entra en la sala, se sienta en la mesa y habla ante los presentes.
"Más que una despedida, simplemente voy a leer un comunicado de agradecimiento a toda la gente que durante estos cinco años me he encontrado por el camino", apunta Gilsanz, quien a continuación lee las líneas que ha escrito.
"Lo primero es agradecer al club la posibilidad que me ha dado de seguir en la estructura, un puesto que no era lo que yo creía que yo podía aportar y ayudar. Lo entendieron perfectamente y eso no quita que en el futuro, cualquier situación que se pueda dar, lleguemos a un encuentro, pero ahora no era la situación que entendía que yo podía aportar y hacer", indica.
La entidad blanquiazul, una vez que anunció que Gilsanz no continuaría como entrenador del Deportivo durante la temporada 2025-26 y fichó a Antonio Hidalgo para el cargo, ofreció al betanceiro ser coordinador de la Escuela de Entrenadores y Proyectos Formativos Externos del club.
"Llegué al club en el verano de 2020, en una situación muy complicada tanto para la sociedad, con la pandemia, como para el club, con el descenso ante el Fuenlabrada", subraya el preparador de Betanzos.
"Desde aquel momento, cada año fue mejor", apunta.
Gilsanz confiesa que "los sentimientos que más rondan su cabeza "son de orgullo y agradecimiento". "Orgullo por estar en el Dépor en los años más duros de nuestra historia".
"Gracias por la oportunidad y la confianza depositada en mí por la dirección deportiva y el consejo de Administración. Gracias a Escotet y Michelle", continúan las líneas.
El entrenador resalta estar "agradecido por permitirme demostrar que un entrenador gallego, de Betanzos y deportivista, que se formó en Abegondo, tiene la capacidad de llevar al deportivo a conseguir el objetivo".
Gilsanz agradece la labor de todos los compañeros que le han acompañado durante el camino, especialmente a David Lagar, "el único miembro del cuerpo técnico que me acompañó siempre".
El técnico también se acuerda de los jugadores "que tuve el placer de entrenar por vuestro compromiso y esfuerzo y por dejarme sacar de vosotros lo mejor".
"Gracias a los técnicos que trabajáis en la base. El futuro del club está en las mejores manos", apunta.
Cómo no, también tiene un mensaje para el deportivismo: "No creo que sea capaz de explicar con palabras lo que uno siente cuando sale a defender este escudo tanto en Riazor como en cualquier otro estadio".
"Agradecido por vuestro apoyo siempre, sobre todo en este último mes. No creo que pueda devolveros tanto cariño que he recibido", sigue.
También agradece a su familia, amigos, a sus padres, "gracias a mi mujer y mis hijos por la horas robadas y el sufrimiento que ellos no eligieron".
Y Gilsanz cierra su alocución con una frase de la canción Lodo de Xoel López.
"Si estás atrapado en las sombras, aguarda, que del lodo crecen las flores más altar", apunta. "Así estoy convencido de que el deportivo seguirá creciendo y voltaremos. Forza Dépor".
