El Liceo sucumbe ante el Sant Cugat

El Liceo se plantaba en Sant Cugat con la idea de seguir la buena dinámica de este inicio de año, sobretodo tras el gran partido que realizó la semana pasada contra el Bigues i Riells (10-4).

En esta ocasión, tenía un rival un poco más peligroso aunque la clasificación reflejase lo contrario. El Sant Cugat, en su feudo, es un rival muy duro y que plantea una defensa muy rígida. Fruto de esto, cercano al minuto seis de partido, conseguirían robar una bola y el Liceo se vería obligado a cometer una falta. El colegiado del encuentro señaló la falta directa y Ariadna Avilés se encargaría de transformarla.

El conjunto de Stanis García acusaría este gol tan tempranero pero, conforme avanzaban los minutos se fue encontrando más cómodo y generando ocasiones de peligro. Sin embargo, no conseguían anotar y eso comenzó a pasarles factura. En una jugada, cercana a la mitad de la primera parte, el equipo herculino cometió una pérdida y el Sant Cugat salió a la contra y anotaría el 2-0, otra vez con Avilés como protagonista.

Sin puntería

Este tanto tocó y mucho al Liceo, por lo que Stanis pidió un tiempo muerto para tranquilizar a sus jugadoras. Aparentemente, funcionó porque, un par de jugadas después, el Liceo provocaría un penalti. Con todo, la puntería no estaba con ellas, puesto que Alba Garrote fallaría. 

Acto seguido, el Sant Cugat, tras una gran jugada, conseguiría un penalti a su favor. A diferencia del cuadro herculino, Laura Porta si que anotaría y pondría el 3-0 en el luminoso.

Este nuevo gol encajado espoleó más al Liceo y forzó una falta directa con la consiguiente azul para Laura Porta. Alba sería la encargada de ejecutar la falta, pero, al igual que la pena máxima, fallaría para su deseperación. 

Intento de remontada

En la segunda mitad, el Liceo saldría con mucha más intensidad y con ganas de remontar un partido que tenía cuesta arriba. Ahora, en este segundo tiempo, se mostraban más tranquilas y elaborando más las jugadas. En una de ellas, rozando el minuto cuatro de la segunda parte, conseguiría una nueva falta directa. Alba, que ya había fallado una, se la cedió a María Sanjurjo, a la que no le templó el pulso y anotó tras regatear a la portera del Sant Cugat.

Esta acción dio más ánimos al equipo de Stanis García y fue con más ahínco a buscar el segundo tanto, para apretar a un más el encuentro. Pero, como ocurrió en la primera parte, una pérdida desencadenaría en un contraataque magistralmente ejectudo por el Sant Cugat y poniendo el 4-1 en el marcador.

A pesar de ese nuevo varapalo, el Liceo siguió buscando la remontada, sin importar cual fuese el marcador. El equipo local, por su parte, se dedicaba a defender e intentar aprovechar alguna contra, pues era consciente de la ventaja que tenía.

Ese empuje del equipo herculino tuvo su recompensa a tres minutos para el final del partido, cuando Alba, se desquitó de sus ocasiones falladas, y aprovecharía un pase medido María para anotar. Con todo, el tiempo era muy justo y el Liceo no pudo apretar más el partido y caería ante un gran Sant Cugat.