El nuevo año llegó repleto de emociones fuertes para el Liceo y su afición. Si el sábado fue el Reus el que visitó el Palacio de los Deportes de Riazor, este volverá a abrir sus puertas para la quinta jornada de Champions en la que recibe este jueves al poderoso Benfica (20.30 horas), el gran favorito para arrasar esta temporada con los títulos, tanto de su país como a nivel continental por la gran inversión hecha este verano por los lisboetas, que tiraron de talonario para convencer a Pau Bargalló de que abandonara el Barça, desde donde también regresó a casa el matador João Rodrigues y junto a ellos aterrizó en el banquillo Edu Castro. Un Liceo-Benfica, por tanto, con reminiscencias culés (también están Nil Roca y Lucas Ordóñez), con reencuentros (los propios Ordóñez y Bargalló y Roberto di Benedetto) y con tres jugosos puntos en juego. Más para los verdiblancos, cuartos de grupo, que para los encarnados, líder incuestionables ya que de momento solo saben ganar en Europa. Sea como sea, un partido para disfrutar del hockey. Y para apoyar a un Liceo que no empezó bien 2025 pero que todavía está muy vivo en todas las competiciones.
También en la Champions. Los cuatro primeros de grupo pasan a cuartos de final y los coruñeses ocupan precisamente esa posición con cinco puntos, cuatro de margen sobre el quinto, el Valongo, y cinco sobre el colista Dinan Quévert. Los partidos clave de la segunda vuelta (el de hoy pone el cierre a la primera) serán precisamente contra portugueses y franceses y en ambos contará con el Palacio a su favor (30 de enero y 6 de febrero respectivamente). Asegurando esos dos encuentros, lo más seguro es que lo tenga hecho, salvo resultados sorpresa o pinchazos inesperados de los tres primeros de la tabla, Benfica, Trissino y Oliveirense. En esas fechas está la lucha y el foco del Liceo, pero eso no descarta que no vaya a por todo los extras que puedan llegar, sobre todo en los partidos en su feudo.
“Recibimos evidentemente a uno de los grandes de Europa, un equipo muy reforzado en todas las líneas, incluido todo su staff (formado por doce personas)”, afirma Juan Copa. “Sabiendo que los partidos en casa en Europa son muy importantes, y aunque en términos clasificatorios seguramente tendremos duelos más cruciales en la segunda vuelta, con tres en el Palacio, vamos ilusionados, a intentar sacarnos el mal sabor de boca del otro día”, comenta en referencia a la derrota del sábado contra el Reus. “Tenemos que mejorar mucho sobre todo a nivel de intensidad, hicimos muchos regalos en el sistema defensivo. Vamos a tener que cubrir mucho eso porque ellos tienen un gran potencial y calidad individual. Y luego hacer muchas cosas bien, tanto en ataque como en defensa, y tener ese punto de suerte para sacar algo positivo, que ese es nuestro objetivo”, añadió.
La misión es de las más complicadas por el potencial del Benfica con la plantilla más completa y de quilates del momento. Una máquina que une lo mejor que ya había en Portugal con el Barça al que precisamente el Liceo fue el único en poder discutirle los títulos en España. En la portería, Pedro Henriques (y el suplente Rui Mendes) acompañado en el habitual quinteto inicial por el francés Roberto di Benedetto, y los ex del Barça Nil Roca, Pau Bargalló (el jugador del millón de euros) y João Rodrigues. Prácticamente ninguno necesita presentación. Y en el banquillo les queda la pólvora del argentino Lucas Ordóñez, dos internacionales portugueses como Zé Miranda y Gonçalo Pinto y su gran capitán, Diogo Rafael. Y por su hubiera algún imprevisto, lesiones, enfermedades o sanciones, en la recámara quedan dos de las promesas del hockey puso, Martim Costa y, sobre todo, Vítor Oliveira, Viti, a los que conoce bien Jacobo Copa porque comparten generación y contra ellos se ha jugado los títulos mundiales y europeos con la selección española.
Una plantilla sin grietas, que no cojea en ninguna posición, lo que se ha visto reflejado en sus resultados de esta temporada. Invicto en Europa, donde ha ganado a Valongo (5-0), Dinan Quévert (0-5), Trissino (3-6) y Olivereinse (3-1), como el máximo goleador, con 19 tantos, y el que menos encaja, con cuatro. Solo perdió contra el Porto (3-2) en la competición doméstica en la que se mantiene en segunda posición, empatado a 24 puntos con los dragones y con el Sporting (aunque los dos conjuntos de Lisboa cuentan con un partido menos) y destacando por su aportación goleadora, con 59 dianas en nueve jornadas (14 de Rodrigues, 13 de Bargalló y 10 de Ordóñez de líderes). Además, el Benfica ya levantó un título en lo que va de curso al llevarse la Elite Cup que abre la temporada en Portugal. Aunque al igual que el Liceo le costó la vuelta después del parón navideño, pero en su caso le fue suficiente para ganar el fin de semana al Tomar por 3-2.
“Es una pista muy complicada ante un rival muy competitivo. Solo jugó un partido en casa en la competición europea y lo empató con el Oliveirense”, avisa Edu Castro, que después de su paso por el Barça, vuelve a un escenario donde ha tenido partidos muy calientes. “Es un equipo muy bien estructurado que en su casa se hace muy fuerte. Vamos a tener que hacer muy buen partido para seguir con el pleno de victorias”, añadió el ahora técnico del Benfica, con raíces gallegas, curiosamente de una aldea de O Incio a escasos kilómetros de donde proviene la familia de Juan Copa, en la previa del encuentro.
“Es un grupo muy competitivo, quizá solo el Quévert se ha quedado descolgado de la lucha por la clasificación pero el resto todos tenemos posibilidades”, afirma sobre que el Benfica, por más que sea líder, no puede confiarse. “Lo importante es que en cada partido seamos capaces, como hasta ahora, de sacar los tres puntos, esa es la idea con la que vamos a Coruña. Pero el grupo es dificilísimo, el Valongo también lo está haciendo muy bien. Por tanto, vamos con los cinco sentidos puestos en sacar los tres puntos”, concluye. Habrá doble ración del duelo porque en una semana será la visita del Liceo a La Luz.
Ningún triunfo verde en tiempo reglamentario
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Son pocos los equipos con los que el Liceo tiene en contra el balance de victorias y derrotas. Uno, el Benfica, contra el que el conjunto verdiblanco no ha ganado ni uno de sus partidos, por lo menos en el tiempo reglamentario. Solo dos triunfos adornan su palmarés y ninguno fue en los 50 minutos reglamentarios, sino en la tanda de penaltis. Y como anécdota, ni uno ni otro fueron en A Coruña, donde el rey es el empate. Es el último resultado en el Palacio, un 3-3 hace dos temporadas.
Hubo que esperar cinco años por la revancha, hasta el curso 1997-98. Liceo y Benfica se jugaron la clasificación europea en la primera ronda. En A Coruña hubo empate a dos y en Lisboa se repitió el marcador, por lo que se necesitó una prórroga y después, los penaltis, que sonrieron a los verdiblancos por 0-2.
No presentado
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