Pase lo que pase con los cuatro cuyo futuro todavía no se conoce, Beqa Burjanadze, Alex Hernández, Aleix Font y Goran Huskic, el Básquet Coruña ha igualado ya el mayor éxodo de postemporada de su historia: diez jugadores de la plantilla cambian de aires.
Una decena no exenta de truco. Cuatro de ellos, Thomas Heurtel, Ángel Núñez, Karlis Silins y Alonzo Verge fueron contratados con la temporada avanzada. El francés llegó en enero, el dominicano lo hizo al mes siguiente, el letón aterrizó en marzo y el estadounidense solamente jugó los tres últimos partidos, al ser fichado tras liberar el club el contrato de Brandon Taylor para que pudiese irse a la Virtus Bolonia.
Aun así, seis no renovaciones es una cifra alta. Y más habida cuenta de que, de esa de media docena, cuatro compartieron vestuario en las tres últimas temporadas, las tres de Diego Epifanio al frente. Diagne llegó una antes que el técnico burgalés, al igual que Alex Hernández.
Las dos primeras campañas de existencia del club, ambas en EBA, los cambios de una a otra fueron mínimos, básicamente de jugadores extranjeros. La primera en la ahora Primera FEB fue la 1998-99. Cuatro jugadores no continuaron el siguiente curso. Una cantidad relativamente baja para unos tiempos de precariedad económica, en los que el club entonces amarillo no tenía posibilidad alguna de hacer frente a las ofertas que recibían sus elementos más destacados, como demuestran las seis salidas al final de la 1999-2000, las mismas que a la conclusión de la siguiente, tras la cual la directiva vendió la plaza al Zaragoza.
Entre los dos primeros cursos del segundo periplo en la EBA hubo cinco salidas. Tras el interín de la 2004-05, que el equipo jugó en Primera Autonómica debido a un error burocrático, en el regreso a la cuarta categoría hubo, lógicamente, muchas caras nuevas, un par de ellas, Manu Pereira y Charlie Uzal, con pasado en la entidad. De 2005-06 a la 2006-07, tan solo dos cambios.
Uno más registró la plantilla en el salto a la efímera –dos temporadas de vida– LEB Bronce. Y solo dos en el paso a la LEB Plata, donde el ya Leyma y ya naranja estaría cuatro ejercicios, todos ellos con Antonio Pérez Caínzos como técnico. El ferrolano tomó las riendas en la 2005-06.
En la segunda en Plata fueron siete las novedades, contando a los canteranos Darío Suárez y Adrián Rodríguez. Tres menos en la siguiente, donde hasta seis jugadores fueron reclutados con el curso en marcha. Dos de ellos, Kim Adams y Nyla Forbes, continuaron en la 2011-12, donde desaparecieron tres jugadores del plantel que inició la competición precedente. Del último roster en Plata, de 11 jugadores, sobrevivieron cuatro al retorno a la segunda categoría, en la 2012-13, con otro Antonio, Herrera, a la batuta.
Un año después, con la llegada de Tito Díaz, el éxodo fue casi total: de los 12 de Herrera únicamente se quedaron Ángel Hernández y Javi Lucas, que habían alternado el equipo de Oro con el filial de EBA. Ni rastro de jugadores de la primera plantilla. El mayor éxodo hasta la fecha, junto con el –puede que todavía incompleto– de la campaña recién finalizada.
Ocho jugadores cambiaron entre los ejercicios 2013-14 y 2014-15 y dos menos en el verano de 2015, de nuevo con Díaz al timón. Cambios forzados por una situación financiera muy por debajo de los benignos años de Roberto Cibeira en la presidencia, especialmente los tres últimos.
De la plantilla 2015-16 solo se marcharon cuatro, uno de ellos, Ben Stelzer, por retirada, cuando ya había acuerdo para renovar. El sensacional tirador lo dejó con solo 23 años para aceptar una oferta como técnico asistente en su universidad.
La marcha de Tito Díaz a la conclusión de la 2016-17 trajo a Gustavo Aranzana. Con el técnico pucelano continuaron tres jugadores y llegaron siete. La mala campaña, sin playoffs, deparó otra gran revolución: nueve jugadores continuaron de naranja. Curiosamente, solo sobrevivió uno, Zach Monaghan, que no pegaba ni con Loctite en el baloncesto ultradefensivo de Aranzana. Uno de los nuevos, el pívot brasileño Michael Uchendu, cedido por el Obradoiro, fallecería, en un accidente náutico, poco después del final del curso.
En la 2019-20 se hizo cargo del equipo Sergio García, quien mantuvo a tres de los 11 integrantes del roster anterior. Del curso pandémico pasaron tres jugadores al siguiente, el de las dos fases y playoffs. Cuatro contando a Perris Blackwell, quien en pretemporada dejó el Leyma para estar con su padre enfermo. Mouhamed Barro cayó lesionado de gravedad en el primer partido. No fue el único. Le siguieron uno de los supervivientes, Augustas Peciukevicius, y Abdou Thiam, el segundo fichaje para la temporada 2025-26.
Monaghan y Javi Vega fueron los únicos que siguieron de naranja en la tercera y última temporada del donostiarra en el banquillo. El ala-pívot madrileño repitió en el primer plantel dirigido por Diego Epifanio, quien también se quedó con Atoumane Diagne y con Alex Hernández. Ambos formaron parte del histórico plantel del ascenso en el siguiente curso, el 2023-24, y del que debutó en la ACB, donde también se mantuvieron Yunio Barrueta, Aleix Font, Ingus Jakovics, Goran Huskic, Olle Lundqvist y Beqa Burjandze.
De esos ‘8 magníficos’ está confirmada la salida de la mitad. Burjanadze, Font, Hernández –tres cupos– y Huskic son los únicos que podrían seguir de naranja. Aunque parece complicado que haya póker.