La violencia del océano y las olas grandes al lado de casa, el niño prodigio de Nazaré, una tabla partida por la mitad, el actor que surfea como Los Ángeles (de California), una sonrisa de 1.500 euros, los chavales del skate, el angustioso rescate de un motorista que encayó contra las rocas... Historias del Coruña Big Waves, un estreno que se hizo esperar, como todas las cosas buenas.
Tony Laureano es el primer campeón en O Portiño. Considerado uno de los mayores portentos del surf de olas grandes internacional, el portugués de 19 años se impuso en la final por delante del cántabro Juan Díaz Terán, segundo clasificado y nuevo campeón de España, y el vasco Xabier López, que cerró el podio en la tercera posición. El coruñés Juan Fernándezconquistó el título gallego.
La primera edición del Coruña Big Waves no defraudó. Las bombas del Atlántico y una mañana soleada acompañaron en la celebración del evento y la ciudad respondió: cientos de personas se desplazaron a la zona para disfrutar del espectáculo durante ocho horas de competición.
Interferencia
Los más madrugadores anotaron el nombre de Díaz-Terán, el más activo en la primera manga, y comprobaron los arrestos de Joao de Macedo, uno de los favoritos, penalizado por una interferencia sobre Kosme Fernández. El veterano portugués lo intentó una y otra vez, pero fue uno de los eliminados. El estadounidense Peter Louis Shaw acompañó a Díaz-Terán y Fernández a las semifinales.
En la segunda serie de cuartos de final brillaron el también estadounidense Nic Lamb, con una bajada limpia y de gran recorrido, y el australiano Clint Kimmins. El brasileño Vinicius dos Santos unió su nombre a la siguiente ronda y el ferrolano Luis Rodríguez, primer gallego en liza, no pasó ronda.
Juan Fernández entró en acción en la tercera heat con dos de los principales candidatos, el experto brasileño Ian Cosenza y el joven portugués Tony Laureano. El coruñés salió a por todas, puntuó con una buena cabalgada nada más empezar y sacó el billete para las semifinales junto a Cosenza y Laureano.
La cuarta manga no contó con Éric Rebière, descubridor de la ola e impulsor del campeonato, que apoyó a los surfers desde la moto de agua y dejó su lugar al estadounidense Jake Smith, de solo 16 años. El espectáculo lo pusieron Indar Unanue, Xabi López y Endika Ruiz, clasificados pese a la oposición hasta el último minuto de Eneko Amezaga y otro coruñés, Alberte Álvarez.
Susto
En la primera semifinal, Kosme Fernández surfeó la mejor ola del día, puntuada por los jueces con 8,33. El vasco, Kimmins y Díaz-Terán se confirmaron como tres de los surfers más sólidos de la jornada. En la segunda, el protagonista fue un motorista que encayó contra unas rocas, incidente que se saldó con una brecha en la cabeza, aunque salió del acantilado por su propio pie, y una moto perdida.
Juan Fernández soñó con alcanzar la gran final hasta que Ian Cosenza firmó un 8 que cambió por completo la manga. El brasileño, Xabi López y Tony Laureano se ganaron el billete para la lucha por el título, dejando fuera al coruñés, que se tuvo que conformar con los 1.500 euros del título gallego. Ahí es nada.
Cerca de las 15.00 horas, y después de un homenaje a los fallecidos en el naufragio de Terranova, arrancó una final de más a menos, como el oleaje, que fue perdiendo fuerza. Laureano eligió el momento y cogió una bomba que le dio la victoria con un total de 13.21 puntos por delante de Juan Díaz-Terán (10.73) y Xabier López (10.54).
El portugués, niño prodigio de Nazaré que se hizo famoso por cabalgar una pared de más de 30 metros, estrenó el palmarés del Coruña Big Waves. Y promete volver a O Portiño en la segunda edición. Sería una gran noticia para la ciudad, que ya está en el mapa internacional de las olas grandes.
